El partido fué horroroso, pero con la nieve y el frío, es complicado jugar de otra manera; júntese que el campo no es grande, que el Alavés lo explota todo y compite duro y bien y se explica el 0-1. Lo que no se explica (mala suerte desde luego) es el golazo que nos metió Felipe; no le sale un tiro así, estando en sus cabales, en la vida. Y lo reprochable: de acuerdo en todo, pero si el contrario se ha quedado con diez, no puede ser que te lleguen y tengan el balón como lo tuvieron; el Atleti bajó el pistón y es imperdonable. Al final hubo suerte y todo resuelto, pero creo que habrá chorreo en el vestuario después de los abrazos al pie de campo, porque supieron estar al final, pero eso no debe ocurrir. Resumen: tres puntazos de oro.
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.