He pasado varias horas en estado, si no de shock, sí de melancolía: por darme de bruces con una plantilla descompensada, por temer que el regreso de Griezmann corte las alas a Correa, a Joao ¿a Cunha?, y permita a un Barça en la UCI financiera adelantar uno o dos años su recuperación, por ver a un tío como Saúl, cuyo rechazo a la polivalencia le empuja a dejar su casa y marchar a un equipo que en estas semanas le ha ninguneado sistemáticamente con sus ridículas ofertas (cualquier día nos enteramos que su entorno bailó de alegría)... y por qué no, por pensar que Falcao, en su afán por estirar sus últimas temporadas en la élite, volverá a rugir tan cerca de donde rindió como muy pocos lo han hecho.
Me he venido arriba leyendo a Cobarder recordándonos que probablemente tenemos la mejor plantilla de la liga. Leyendo al gran fernando, que no se ha dejado engañar por los fuegos de artificio, que certero señala el naufragio del Barça como la noticia del verano y recalca lo que supone que el francesito sólo quiera regresar aquí. Leyendo a Alemao , que nos recuerda que esto va de ganar, ganar y volver a ganar, qie los futbolistas pasan, pero el Atlético permanece. Leyendo a Napoleón Wilson, que aun entendiendo que era más necesario un perfil Azpilicueta para apuntalar la defensa, señala que esto es petición del Cholo. Leyendo a Exiliado, que defendió a Cunha cuando unos pocos recelábamos de la operación.
Me he venido arriba leyendo este foro, coño.
'El primer día, Luis se presentó en el vestuario con una cartera en la mano. Nos sorprendió que nos hablara a todos de usted, a gente que como Adelardo había estado con él de jugador durante 13 temporadas, Gárate, nueve, yo ocho. Enseguida lo entendimos: "Hasta ahora he sido vuestro compañero, ahora soy vuestro jefe".'