Un par de apuntes a lo dicho. Si para nosotros es un sinvivir, imaginaros para los jugadores. La angustia les atenaza. Su actitud en la última media hora yo creo que es una simple consecuencia del miedo a perder, algo muy difícil de gestionar. Solo hay que ver cómo cambió la actitud Mario Hermoso de la primera a la segunda parte. De ser la primera pieza del ataque, a balón que tocaba balón que echaba fuera.
Y el Elche también juega. También se la juega, están al borde del descenso, pero también al borde de la salvación. Iba con todo y no nos tiraron a puerta, tan solo un penalti que es difícil de explicar si no se ha vivido. Apenas nos hicieron daño, solo al final, fruto más de nuestros nervios, que de su acierto.
Del árbitro y su equipo, simplemente un detalle: nuestro penalti lo va a ver, el suyo no. A Carrasco le saca amarilla por protestar, a los del Elche a ninguno (y protestaron varios).
Pero el resumen ha de ser otro: tres puntos más, un partido menos. Si ganamos en Barcelona somos campeones sí o sí. A por ellos.