Toda crisis es también una oportunidad, y la lesión de este alma descarriada seguro que le deja alguna cosa positiva, como poder dedicarle más tiempo a la familia y menos a Florentino.
'El primer día, Luis se presentó en el vestuario con una cartera en la mano. Nos sorprendió que nos hablara a todos de usted, a gente que como Adelardo había estado con él de jugador durante 13 temporadas, Gárate, nueve, yo ocho. Enseguida lo entendimos: "Hasta ahora he sido vuestro compañero, ahora soy vuestro jefe".'