Pues esto es lo que yo pedía también, ganar y no sufrir. Mostrar oficio. Veo mucha negatividad, como si fuera un partido para olvidar, cuando tienen unas cuantas cosas positivas. La primera, la puerta a cero. La sangría de goles de mierda que llevábamos encajados nos estaba creando una inseguridad tremenda. Hoy pudo pasar, en un muy fuerte y dirigido, aunque lejano, y tras una pérdida idiota que parecía que nos podía costar el empate. Oblak resolvió bien las dos, y los defensas se mostraron más seguros. El ritmo cansino y el ataque a base de colgar balones pueden parecer aburridos, pero lo que también son es más seguros: no te pillan en contras, y lo más probable es que el rechace te vuelva o genere un saque favorable (corner, banda). El balón parado nos vuelve a dar rendimiento, y esto es especialmente bueno porque cuanto más te da esta suerte, con más confianza lo atacas, y por esa misma actitud más te va a dar (y viceversa, cuando piensas que nada va a pasar, nada pasa). Es una parte del juego muy sensible a las rachas. Que sea Felipe, el que tenía que pedir perdón (en desafortunada expresión de Uría) el que da el gol y la victoria es bueno para el jugador y el grupo. Como una familia, ¿es que ya se os ha olvidado Pucela? Carrasco está muy fino y fuerte, y con un poco de suerte se podía haber ido con dos goles de premio Puskas (la jugada de freestyle que se marca es posiblemente la acción de regate más espectacular que yo haya visto en fútbol profesional). El cisma Griezmann parece definitivamente cerrado, y el jugador ya parece el que conocíamos (estuvo especialmente atento al robo, y solo veo que le falta confianza en el regate). Sime parece un jugador de los años 90, por lo tosco pero no le falta sangre (ayer para dar y regalar, tanto cuando se llevó un buen golpe en la nariz como en balón parado ofensico y defensivo). Y el canterano salió a comerse el mundo, como se espera de ellos, pero ya no se ve tanto. Muy bien Carlos Martín.