No pretendo pontificar ni tampoco repartir carnets de buen atlético, pero para mí esto es distinto. No tiene nada que ver con Reyes, ni con Jurado, ni con Marcos Llorente. No se trata de traer a tal o cual futbolista que ha militado con mayor o menor fortuna en el Trampa$ durante más o menos tiempo. En esta ocasión se trata de que quieren traer (o eso dicen) a un símbolo del mandrilismo, o, mejor dicho, al símbolo indiscutible del mandrilismo en los últimos años.
Para más inri, ese su símbolo no sólo nos ha jodido deportivamente unas cuantas veces, sino que no ha dudado en mofarse de nosotros y minusvalorarnos en varias ocasiones. Y encima, encarna todos esos valores que (seré un cándido de la vida) yo creía que no tenían nada que ver con el Atleti: individualismo, egoísmo, narcisismo, prepotencia...
¿Cómo les decimos a nuestros hijos que a ese a quien tanto hemos despreciado y abucheado durante años, ahora tenemos que aplaudirle o, al menos, consentirle que se ponga la rojiblanca? La rojiblanca, sí, porque aunque sea un adefesio (ojalá la venta de camisetas esta temporada sea una ruina), es nuestra camiseta.
Lo siento, yo no tengo estómago para esto y además no lo entiendo. Será que soy ya muy mayor.
"¿Qué hay más bonito que defender tus valores hasta el final, no de ganar de cualquier manera, sino de la manera que tú quieres?" Fernando Torres.
¡ A ú p a A t l e t i !