Nike son madridistas de espíritu, por más que a los ciervos los vistan los alemanes. Una marca de mierda que ha patrocinado a reconocidos tramposos como Armstrong, cuyo lema te empuja a meterte un jeringazo (a lo Pintus), just do it. Una empresa de bandera de un país que desprecia el fútbol -football es el suyo, el de las armaduras y los espectáculos del descanso-. Por supuesto, siendo tan tremenda mierda, le encanta al CEO asimétrico, en su campaña por desnaturalizar y alienar al aficionado hasta conventirlo en dócil cliente. Nike, ni pollas, que dirían por mi tierra.