:Ni Cristiano ni el fulero tribunero, el fichaje del Cholo estaba en la TV: "No le va a dorar la píldora"
Rafael La Casa
El fichaje de Gustavo López por el Atlético de Madrid sorprendió a muchos. El argentino, que integrará el cuerpo técnico de Diego Pablo Simeone a partir de esta temporada, es íntimo amigo del Cholo. No coincidieron en ningún club, pero fueron compañeros de habitación en la selección argentina durante nueve años. En la capital, se ven al menos una vez a la semana. El entrenador del Atleti fue tajante hace siete años en 'Asado reservado': "Vamos a trabajar juntos, seguro". Sus caminos se reencuentran en lo profesional 20 primaveras después. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que coincidieron por última vez en el equipo nacional.
Gustavo López llegó a España en diciembre de 1995 como el fichaje más caro de la historia del Zaragoza (2’5 millones de euros), vigente campeón de la Recopa de Europa. En el banquillo estaba Víctor Fernández, el entrenador con el que más ha coincidido en su carrera (seis años, dos en Zaragoza y cuatro en Vigo). En total, fueron 13 primaveras en el fútbol español hasta que se retiró en 2008 en el Cádiz. Desde entonces, ha trabajado en los medios de comunicación, tanto en Movistar+ como en la Cadena SER.
El curso de entrenador lo completó en 2015 y las prácticas las realizó en la cantera del Coruxo (equipo vigués que milita en Segunda RFEF). "Tengo buena relación con él y por eso colaboró con nosotros", cuenta Javier Maté, director deportivo del Coruxo, a El Confidencial. El tiempo no le sobraba porque Gustavo vivía en Vigo y viajaba a Madrid los fines de semana para comentar los partidos. "No era el entrenador principal de ningún equipo, él ayudaba donde podía. Un día estaba con los cadetes, otro con los juveniles, con los infantiles… Era el entrenador de los entrenadores. Joder, era Gustavo López y todos lo querían. Es un hombre que tiene muchas inquietudes, conocimientos y experiencia, además de que ha reflexionado mucho sobre el juego".
Siete años pasaron entre su retiro y la obtención del título de entrenador. "Prácticamente, se acababa de retirar y era un ejemplo para los chavales". Al principio, les imponía que un exfutbolista de Primera les enseñara. "Hay muchos métodos de aprendizaje, pero si te enseña alguien que es una autoridad, su calado es más profundo. Todo lo que él decía iba a misa".
El estilo de Gustavo como jugador era más vistoso que el de Simeone. Aunque el Cholo no estaba exento de técnica, su juego destacaba por la dureza y las acciones defensivas. López, sin embargo, siempre mostró su catálogo de regates. ¿Serán compatibles ambas ideas? "Perfectamente, porque la mentalidad de un argentino es diferente", explica Raúl Ruiz, excompañero de Gustavo en Movistar+, a El Confidencial. "Por muy técnico que seas, el argentino siempre es competitivo, igual que el uruguayo. La mentalidad que tiene Gustavo de ver el fútbol va a enriquecer a Simeone".
"No siempre existe una correspondencia entre la forma de jugar al fútbol y la manera en la que lo que transmites como entrenador", comenta Víctor Fernández a El Confidencial. La asociación de un jugador creativo con la defensa de un estilo concreto es complicada. "Que cada entrenador se tiene que adaptar a sus jugadores es una media verdad. Normalmente, el estilo de un equipo se aprecia en los futbolistas elegidos por el técnico para confeccionar su plantilla".
El cuerpo técnico de Simeone está compuesto por Nelson Vivas (segundo entrenador), Óscar Ortega (preparador físico), Pablo Vercellone (preparador de porteros) y Hernán Bonvicini (asistente). A ellos se sumará López, aunque aún se desconoce la parcela que dirigirá. "Si se incorpora a un staff creado es porque puede aportar cosas", sostiene Maté. Hasta ahora, su experiencia se reduce a las prácticas en el Coruxo y a los análisis realizados en los medios de comunicación. No obstante, los conocimientos adquiridos en su etapa como futbolista seguro que le son muy válidos. "Él ha sido internacional y, por tanto, su experiencia vital ha sido grande. El jugador se dará cuenta de que quien le enseña le explica las cosas con fundamento. Estoy seguro de que va a ser cercano a los futbolistas".
Lo explica Fernández: "Gustavo era un jugador talentoso y desequilibrante, así que defenderá ese juego. Es muy futbolero y seguro que eso le viene bien al grupo. Además, es un chico que sabe hacer convivencia y cuyo espíritu es muy sano. En cualquier velada, la información futbolística que te da es muy valiosa. Su aportación la sabremos cuando se comunique su rol en el staff. El cuerpo técnico va a ser muy rico en lealtad y convivencia porque son buenos amigos".
La amistad a la que hacía alusión Víctor Fernández aparece también en la conversación con Raúl Ruiz. "Gustavo va a aportar tranquilidad porque Simeone mirará al banquillo y verá a un amigo". Esa confianza, sin embargo, no le impedirá a López decirle la verdad cuando sea necesario: "No le va a dorar la píldora y le va a decir las cosas a la cara".
Los planes de Simeone pasaban por incorporarlo hace años a su equipo, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha incorporado por los convulsos tiempos que se viven en Movistar+: "Ha visto la tele manga por hombro y por eso se va. Se había podido ir antes, pero estaba muy cómodo en la tele", cuenta Ruiz. El estrés de los banquillos no es comparable a la tranquilidad de los platós.
El análisis realizado en los medios es diferente al que hará como miembro del cuerpo técnico. La profundidad con la que se fije en los detalles de los rivales no será la misma. "En los medios, además de analizar el juego, ha mejorado su capacidad de expresión. Y ha aprendido cómo trabajar en grupo. Es un chaval que va a merecer mucho crédito en la plantilla", explica Maté.
Los que conocen a Gustavo lo definen como un tipo bromista y risueño. En los cuerpos técnicos, siempre ha existido la leyenda de que el entrenador es el poli malo y el segundo, el bueno. "Esa labor de bueno la hacía más el preparador físico que el segundo", sostiene Ruiz. La diferencia es que en la que etapa en la que jugó Raúl los staff los integraban tres personas y ahora son más numerosos. "El profe es el que hace habitualmente las bromas porque luego es el que te machaca físicamente. Seguro que Gustavo se gana al vestuario por su carácter. No hay nadie que hablara mal de él en la tele".
Gustavo era uno de los jugadores más interesados en adquirir conocimientos durante su etapa como futbolista. "En el Celta, el interés era mucho más notorio en Eduardo Berizzo, pero él también quería aprender", recuerda Fernández. El entrenador con el que más coincidió le enseñó todo lo que puedo y le resolvió sus dudas. "Cuando terminaban los entrenamientos, venía y te preguntaba por qué habíamos hecho un ejercicio; que estábamos buscando con eso. Era muy analítico sobre los entrenamientos".
"Él asesorará al Cholo en ciertas cosas. Por ejemplo, le podrá decir cómo tiene que expresarse en una rueda de prensa", sostiene Ruiz. Su experiencia en los medios le será de utilidad al Cholo. "Al margen de lo deportivo, su ayuda en el tema de comunicación será importante. Una de las cosas que tenía él en mente es no deteriorar su relación con Simeone, pero ambos son adultos y seguro que sabrán manejarla".
"Va a aportar cosas al Atleti. La experiencia no es lo que se vive, es lo que se reflexiona. Como él reflexiona con asiduidad, su bagaje es grande", explica Maté. A partir de agosto, cuando comience la temporada, se verá cuál es la influencia de Gustavo López en las ideas de Simeone.
El fichaje de Gustavo López por el Atlético de Madrid sorprendió a muchos. El argentino, que integrará el cuerpo técnico de Diego Pablo Simeone a partir de esta temporada, es íntimo amigo del Cholo. No coincidieron en ningún club, pero fueron compañeros de habitación en la selección argentina durante nueve años. En la capital, se ven al menos una vez a la semana. El entrenador del Atleti fue tajante hace siete años en 'Asado reservado': "Vamos a trabajar juntos, seguro". Sus caminos se reencuentran en lo profesional 20 primaveras después. Ese es el tiempo que ha transcurrido desde que coincidieron por última vez en el equipo nacional.