Yo lo que veo es que el día que ganamos bien y el público está menos rarito, aquí no hay ni el tato comentando. Parece que nos gusta más hablar de lo malo que de lo bueno, lo que viene a darle la razón a la PPM cuando solo emiten mierda sobre nosotros.
Por comentar algo sustantivo: hay un tipo de aficionado que siempre pide a Kondogbia y siempre se queja de Saúl. Y mi pregunta es ¿les da igual que Jeffrey tenga los pies cuadrados y por arriba no sea nada fuerte pese a su altura? En este inicio de temporada, y jugando por el medio, he visto al ilicitano muy activo, recuperando mucho, metiendo intensidad y alterando para bien el nivel aéreo del equipo en el medio (en defensa y ataque). Lo veo muy bien, y su punto más débil han sido las tarjetas cuando hemos tenido arbitrajes de mierda (lo cual no es enteramente achacable a él). No tiene la profundidad y velocidad de Llorente, ni el toque de De Paul, pero aporta otras cosa: equilibrio, intensidad. A Kondogbia lo veo aún algo falto de forma (cuando recupera 15 balones por partido es indiscutible, pese a las pérdidas), y sin embargo leo elogios como si estuviera a tope. De Paul directamente no salta ni mete cuerpo, y por eso no puede jugar a la vez que Lemar: podemos tener un jugador que no cuerpee, pero dos a la vez en la misma zona del campo es ponerlo demasiado fácil al rival. Por cierto, si solo puede jugar uno, me quedo siempre con Lemar, pese a que sea de cristal.
Grbic tuvo el acierto y la suerte de parar las dos primeras bolas exigentes, y eso permitió al equipo ir creciendo. En el gol estuvo mal, dejando el palo, pero en conjunto dio la impresión de que hay portero el día que falte Oblak. Viniendo de nulidades y despojos vikingos, porterazo suplente.
Y la última: qué fácil y qué puro es el fútbol cuando no hay un atraco a mano armada. Dos arbitrajes buenos (sin polémicas, sin chulerías, sin interrupciones absurdas, sin necesidad de mucho VAR) y dos victorias. Me gustó el arbitraje, cometiendo errores menores pero sin dejar que el partido se calentase (por ejemplo, dejando a Aspas llorar en el suelo, sin ir a verlo: era cuento. Luego a Correa le hacen un pisotón feo -no lo ve- y le da el mismo tratamiento. Es un fallo, pero manda el mensaje adecuado, y es equilibrado. De esa manera el juego se impone sobre las quejas, y el público no se enciende).