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¿Cómo se siente el día después de su gran partido contra el Barcelona?
Estoy muy contento por mi actuación, pero sobre todo por los tres puntos, porque era un partido importantísimo para el Atlético. Estábamos en un momento complicado, teníamos que ganar como fuera y lo logramos jugando un gran encuentro.
El partido que le salió a usted fue redondo: goles, asistencias, penaltis...
Es verdad. Un partido así no le sale a uno todos los días. Yo estuve bien, pero también fue gracias al trabajo de mis compañeros. Me dieron balones en condiciones para que yo pudiera entrar en juego y, por suerte, supe aprovecharlos. Todo se me dio perfecto.
¿Con cuál de los recuerdos del partido se queda?
Aunque no lo marcara yo, me quedo con el segundo gol. Me fui hacia fuera y le metí un buen pase a Maxi, que definió muy bien, como siempre. Fue una jugada muy linda y Maxi necesitaba este gol. Además, era el 2-1 que le daba la vuelta al marcador justo antes del descanso. Creo que fue la jugada clave.
¿Ha sido el mejor partido de su carrera?
Sí, de los mejores. Seguramente, el partido de mi vida hasta ahora. Lo solventé muy bien, aunque en Argentina también tuve días parecidos. Pero esta vez era diferente porque enfrente estaba el Barça. Estoy contento por mí y por el equipo. Fue una noche muy linda que recordaré siempre. Todos acabamos felices.
No me equivocaré mucho si le digo que, seguro, alguna vez soñó un partido así.
Sí, claro, de niño uno siempre sueña un encuentro como este. En Argentina miraba por televisión este tipo de partidos y pensaba que, ojalá, algún día pudiera enfrentarme a equipos tan grandes como el Barcelona y hacerlo bien. Hice realidad uno de mis sueños. Esto es algo único en la vida. Es cierto que he hecho otros partidos buenos, pero el Barça es uno de los mejores del mundo y eso lo hace mucho más especial.
Usted ha podido decidir parte de esta Liga, curiosamente a favor del Madrid...
Yo no pensé en esto. Sé que se habló durante la semana que si ganábamos al Barcelona les hacíamos un favor, pero en mi cabeza sólo había un pensamiento: ganar. Eran tres puntos muy importantes y a todos nos dio una gran alegría ver a la afición así de contenta. A ningún atlético nos gusta que el Madrid gane la Liga, pero el fútbol es así y nosotros sólo debemos pensar en ganar cada día.
En algunos momentos nos recordó a Maradona, dejando rivales desperdigados por el suelo. ¿Se sintió usted así?
Yo siempre he dicho que Maradona es único, es dios. No va a haber otro como él y yo quiero que a mí se me conozca por mi nombre: que viene Kun Agüero. Maradona fue único y así será siempre. Que la gente me compare con Diego es lindo, pero yo soy Agüero.
El Atlético sigue cuarto y ahora parece más cerca el objetivo de la Champions...
Ante el Barça hicimos un partido muy bueno, pero si el sábado empatamos o perdemos, otra vez se nos pueden acercar Espanyol y Sevilla y la Champions se puede complicar. Yo siempre he pensado de la misma manera: hay que ir domingo a domingo y sumar y sumar para estar arriba. Nuestro objetivo sigue siendo acabar terceros o cuartos y lo lograremos.
Al Atlético siempre le sucede lo mismo a estas alturas de Liga, parece que se viene abajo y se escapan los objetivos. ¿Temen que les pasé lo mismo este año?
No, no tenemos miedo de que esto suceda. Todos estábamos muy convencidos de que el partido con el Barça iba a ser muy lindo y nos íbamos a dejar todo en el campo. Marcaron primero, pero nos miramos a la cara y dijimos: "Vamos, no pasa nada, vamos". Manejamos muy bien las contras e hicimos un partido perfecto. Todos estamos convencidos de que nuestro lugar natural es la Champions.
¿Lo ha pasado muy mal con tantas expulsiones, sobre todo con la del Bolton?
Sí, después de la del Bolton lo pasé mal. Entré en el segundo tiempo y sólo pensaba en marcar un gol. Ellos estaban cansados y era nuestro momento, pero... El linier interpretó que yo quise escupir al rival, pese a que no fue así. Me quedé muy fastidiado por no jugar la vuelta. Pero son cosas del fútbol y no me queda más remedio que asumirlo, aunque espero que no vuelva a suceder.
¿Aprendió del error?
Sí, claro, con estas cosas se aprende. No volveré a escupir a ningún lado y si lo vuelvo a hacer será para abajo, mirando fijamente al suelo.
¿Qué diferencias hay entre este Kun y el del año pasado?
La pasada temporada tuve partidos buenos y otros muy normales. Siempre dije que era un año de adaptación en el que el míster me fue metiendo poco a poco. Pero lo que más me levantó la moral fue ganar el Mundial Sub-20. Me dio la confianza que necesitaba y regresé del verano con la idea fija de triunfar en el Atlético. Tengo 19 años y no sé si soy más maduro que antes, pero ahora estoy muy tranquilo y pienso bien todas las cosas.
Seguro que su futuro es una de esas cosas...
He dicho y lo repito que no pienso en ningún equipo que no sea el Atlético. Yo estoy feliz aquí, el club me trata muy bien y la afición también. En lo único que pienso es en seguir acá, en hacer del Atleti un grande y en que vuelva a estar en el sitio donde se merece.
¿Con Aguirre en el banquillo?
Sí, en estos últimos días ha habido muchas críticas hacia el entrenador. Pero los jugadores ya sabemos cómo es el míster y que siempre intenta hacerlo todo por el bien del equipo. Las críticas se han cebado con él, pero los que salimos al campo somos los jugadores. La plantilla ha demostrado estar unida en los buenos y en los malos momentos. Así es como se consiguen los éxitos.
¿Se marca una cifra de goles para acabar la Liga?
No, voy bien así. Quiero sumar y sumar para que el Atlético siga arriba, pero no me pongo una cifra.
Por último, ¿qué felicitación de las que recibió después del partido del Barça le ha hecho más ilusión?
La de mi padrino Darío, que vio el partido en Argentina con toda mi familia. Allí pusieron el partido en directo y me han contado que se puso como loco por toda la casa cuando hice el cuarto. Se quitó la camiseta como hice yo en el campo y se puso a gritar y saltar por toda la sala. Estando tan lejos, eso me emociona.