Yo defendí la continuidad de Aguirre hace tres meses, en días de vino y rosas, y sigo defendiendo hoy su continuidad, cuando el abismo se intuye en el horizonte. Voy a tratar de explicar porqué.
El vestuario, a pesar de los malos resultados, y de los fallos personales de algunos jugadores, tanto en defensa como en ataque, aparentemente continúa unido, y con una entrega en el campo innegable, algo que me tiene sorprendido pues por estas fechas solían darse esos bajones de apoyo a la causa, y si el mejicano tiene la culpa del desbarajuste táctico y estrátegico en que esta sumido el equipo, también es el culpable de que, al menos, la implicación de sus jugadores sea, hasta ahora, intachable.
Si Aguirre fuera cesado en este momento, no creo que este cese fuera muy bién acogido por una gran parte de la plantilla, con lo que éso conlleva de desmotivación, lo cuál redundaría en un mayor falta de rendimiento, si éso es aún posible, que muy posiblemente conduciría al equipo a olvidarse de los puestos de champion.
Una vez demostrado la incapacidad de la plantilla, en la que malamente se salvan seis o siete jugadores, el fiasco de la mayoría de los fichajes, y la bajada a los infiernos de algunos veteranos, el único activo que le queda a este equipo es la actitud, y el colchón de puntos que ha adquirido en estos meses, durante los cuales Aguirre era su entrenador.
Nunca he sido Aguirrista, tengo pocas manías(Garate y Torres han sido la excepción), no me gusta su concepción del fútbol, si es que tiene alguna, y su capacidad de adaptación a las diferentes situaciones me parece una falta de compromiso con su trabajo, y hasta una falta de respeto a la afición, a la que cree gilipollas, pero en este momento, y aunque me colguéis ese calificativo, qué tan poco me gusta, creo que echar al mejicano sería perder el único activo que puede hacer que esta plantilla aguante entre los cuatro primeros hasta mayo; su implicación y su entrega en el campo. No tenemos otra cosa.