La clave absoluta de este equipo. Sin él Agüero queda lejos, Maxi pierde frescura para llegar arriba y los centrales quedan a la intemperie. Sin él en el campo hemos empatado sin tirar a puerta en Almería, hemos palmado en Mallorca y en Pamplona haciendo el ridículo, hemos empatado en casa con el Granada 74, nos ha eliminado el Valencia en Copa y nos ha eliminado el Bolton en uefa. Sin él tan sólo se ha podido ganar a Copenhague y Aberdeen en partidos en los que su sustituto era, qué casualidad, Motta.
Ayer comenzó el partido demasiado pendiente de arropar a Camacho, demasiado cerca, demasiado en paralelo, malinterpretando su posición. Pero luego se comió él solito al centro del campo del Barça, robando, arrancando, tocando y llegando. Si hubiese tenido un sustituto para esos ocho o diez partidos que se ha perdido, uno cualquiera, ni siquiera un Motta en plenitud, valía un simple 5 defensivo con juego aereo y veteranía, un Costinha mismo, no se habrían perdido muchos de los partidos que se han perdido. Sobre todo en esa posición, la planificación de la plantilla ha sido demencial, pues apuesto a que somos el único equipo en todo el continente sin un sólo mediocentro defensivo en plantilla.