Yo también tengo un inmejorable recuerdo de Ivic; aquél entrenador que cogió una banda y dejó un equipo. Desgraciadamente, no conozco nada de su trayectoria fuera del Atleti y, por ello, estando seguro de que lo suyo fue virtud, me queda la duda de la clase: si es que supo "dar su sello" al equipo, o si lo que hizo fue adaptarse al grupo que tenía. Me inclino por la segunda.
Y es que también me acuerdo de las quejas de parte de la afición, así como de la Prensa del Movimiento, respecto al "poco espectáculo" que dábamos; cuando la realidad es que habíamos perdido a Baltazar, lo de Rodax no salió bien, Sabas nunca fue un grande y, por lo tanto, no sólo nuestra delantera se limitaba a Manolo y Futre; sino que además, en aquella época, Futre aún no había dado ese paso adelante que dio al año siguiente con Luis, y su aportación goleadora era casi nula.
Por contra, atrás teníamos a Tomás, Juan Carlos, Solozábal, Ferreira, Juanito, Toni y, si no recuerdo mal, a mediados de Temporada subió Juanma López. Y en la media, junto a Schuster, pléyade de centrocampistas de corte luchador: Vizcaíno, Donato, Pizo Gómez, Orejuela, Alfredo ...
No creo que se pudiera jugar de otro modo con aquél equipo. De hecho, para mejorarlo ofensivamente meses después, Luis tuvo que recurrir a inventos como el de reciclar a Aguilera y convertirle en lateral, aprovechar la cesión de Soler y utilizar las bandas como un recurso ofensivo más; hasta el punto de que no estaba muy claro si aquél equipo jugaba con cinco defensas, o con cinco medios ... o con las dos cosas. Pero en punta, seguía teniendo exclusivamente a Manolo y a Futre, aunque al menos pudo incorporar a Moya ... que tampoco es que saliera muy bien, por cierto.
Era un equipo exactamente igual de descompensado que éste; sólo que al revés. No sé muy bien lo que haría Ivic ahora, pero supongo que no podría distar mucho de lo que hace Aguirre: intentar compensar las deficiencias defensivas con el poderío ofensivo, y tratar de acompañar a Raúl García lo mejor posible, para que la defensa no esté tan a subasta pública.
Y tal vez le hubiese dado un par de leches a Maniche, ignoro con qué resultado. Al menos, eso se dijo que hizo con algún descarriado de aquella plantilla, en la soledad del vestuario. Y a lo mejor se hubiera encadenado al despacho del director deportivo, hasta que le trajera un centrocampista. Cualquiera sabe. Se decía que tenía una personalidad a prueba de bomba.
Sin embargo, por muchos ensayos y movimientos técnico-tácticos que quisiera hacer, no creo que pudiera prescindir de los mejores, y no creo que pudiera hacer otra cosa que mantener esta especie de 4-2-4.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco