Qué cabrón Costa, nos ha costado dinero su cabezonería. Y qué bueno es Gilamruín, que se rasca el bolsillo pagando más de lo previsto.
¿Pero qué clase de gilipollas se cree esta bazofia?
Tenemos un jugador que se ha plantado y dicho públicamente que solo jugaría aquí. Un tipo que además es uno de los mejores delanteros del mundo, y cuyo precio real nuestro cluzz no podría pagar ni de coña (por encima de 100M€, visto el mercado). Por otro lado tenemos a un mentiroso compulsivo, condenado por estafar a su propia empresa, que cada año vende más que compra, que ya dio gato por liebre el año pasado con el culebrón Gameiro.La prensa podría callarse, dejarlo estar, al final ha venido, pelillos a la mar... pero no, se empeñan en que comulguemos con ruedas de molino, con que saquemos una moraleja edificante y gilesca. ¿De verdad es necesario? Igual que toda esa propaganda con que el estadio estaría terminado, mantenida hasta el mismo día en que se ve que le faltan meses. No se trata de engañar al personal, se trata de someterlo, hacer tragar una mentira tan evidente que anule la opinión propia. Hasta que el personal esté tan lobotomizado que llegue a afirmar a pleno sol que la noche se ha quedao fresca. Y que si es fresca es por el esfuerzo de nuestros dirigentes.