Intentaré contestar sin perder la calma, porque me temo que contestando con frases de un sólo renglón, y con más tacos que argumentos, no hacemos mucho por defender nuestra causa.
Dices que Torres dejó de ser el ídolo de la afición hace mucho tiempo, cuando adoptó aires de niñato pijo y engreído, y desconectó con la gente de la calle. Que ese espíritu lo refleja mejor Agüero. Y yo hablo desde mi experiencia: hasta el último partido que jugó en el Atleti, los aficionados lo sentían como uno de los suyos. Era el niño de todos los atléticos, el hijo que los mayores deseaban tener, el chaval que los niños deseaban ser de mayores. Precisamente, introducía un factor humano, de cercanía, que resultaba muy diferente al de todas las estrellonas que suelen habitar el mundo del fútbol, y que lo hacen un poco odioso. Todos los niños hemos soñado alguna vez, mientras veíamos Oliver y Benji a la hora de merendar, con marcar un gol en un Mundial, y dedicárselo a nuestro ídolo, por ejemplo. No le recuerdo un mal gesto a la afición: a lo mucho, ser distante y frío en algunas ocasiones. Pero eso se debe a que los tímidos (y eso lo sé por experiencia) parecemos distantes y fríos; y a que en muchos días, no tienes el ánimo alegre para dar conversación a la gente y sonreír todo el rato.
No creo que se pueda acusar de divismo a un jugador que siempre habla de humildad, y que, cuando celebra los goles, corre hacia las gradas con los brazos abiertos, dedicándoselo a los aficionados. ¿Por qué razón se ha convertido en un ídolo tan pronto en Liverpool? ¿Por qué en su primer año le han compuesto una canción que pone los vellos de punta al escucharla en boca de los aficionados? ¿Por qué esos mismos aficionados scousers se oponen a vender a Torres por ningún precio posible? Quizás no te acuerdas de lo que ocurrió hace ya casi un año: yo no he visto nunca a una afición sufrir tanto por la marcha de un jugador. ¿De verdad que Torres no era un ídolo entre los aficionados atléticos?
Si ahora existe ese olvido, ese resentimiento y ese desprecio hacia Torres, se debe a la manera en que se marchó. Aquella marcha hizo mucho daño; y la mayoría intenta olvidar ese dolor y esa humillación, ninguneandole: "no era para tanto", "nos ha ido bien que se vaya, así podemos gozar del Kun y de Forlán, que le dan mil vueltas", "no hizo nada del otro mundo: hicimos un buen negocio traspasándole", etc.
Dices que se sentía demasiado bueno para el Atlético, que nos veía por encima del hombro. Yo sólo sé que, desde que empezó a destacar en las categorías inferiores de la Selección, recibió ofertas importantes. Clubes que le ofrecían crecer junto a grandes jugadores, ser uno de los delanteros mejor pagados de Europa, y jugar en la Champions todos los años. Ya nadie se acuerda del Arsenal, de la Juve, del Inter, del Barcelona, del Madrid. Y él dijo que no. Intentó triunfar en el Atlético, intentó volver a convertirlo en un grande; pero vio que no podía, que sólo se llevaba decepciones, que su carrera se había estancado. Él le confesó a Miguélez que siempre tendrá la espina de no haber podido triunfar en el Atletico; y que deseaba con todas fuerzas que los que están ahora, logren todo lo que no consiguió él. Que vio que, por más que lo intentara, las cosas no mejoraban con él. Entiendo que muchas de sus declaraciones en el Liverpool, alabando todos los cambios, hagan daño a muchos atléticos; a mí también me resultan desconcertantes... Pero, por desgracia, no le falta algo de razón: el cambio de aires le ha beneficiado en todos los sentidos, en el Atleti tenía una presión y una carga desmedidos para un muchacho que está creciendo, allí se siente liberado. Como muestra, ese contínuo reproche de que era incapaz de llevar al equipo a Champions: se le exigía que marcara o diera asistencias en todos los partidos, que hiciera el trabajo de once hombres, que siempre fuera brillante; y cuando venían las malas rachas, cuando venían las consecuencias de todo ese trabajo y de un crecimiento apresurado, era abucheado y cuestionado por la afición. Yo lo ví.
Le acusas de no haber denunciado los desmanes de los dos de arriba: ningún jugador lo ha hecho, ni siquiera el Kun. Todos hablan de las buenas relaciones con la directiva. Tampoco encontrarás a muchos ex jugadores del Atlético hablando mal de Gilote y compañía: Kiko, por ejemplo. Sin embargo, en Liverpool, Torres ha dejado deslizar alguna vez algo de malestar. ¿Recuerdo cuando se quejaba en público de que las salidas de madre de Gilote padre sacaban de quicio a la plantilla? ¿Y una entrevista muy reciente a SPORT, en la que decía claramente que no le gustaba cómo funcionaban las cosas en el Atleti? ¿Y cuando, todavía en Madrid, no dejaba de quejarse de que las cosas nunca se hacían bien: que los fichajes no eran apropiados ("ahora que el club intenta hacer las cosas bien fichando al Kun..."), que nunca se daba continuidad a un proyecto, que era una locura nombrar capitán a un muchacho de 19 años. Hasta en alguna ocasión no se mostró muy acorde con la venta del estadio ("ya se ha vendido... esperemos que no tengamos que lamentarnos luego"). Muy moderadas, una gota de agua en el océano. Pero es más de lo que han hecho otros jugadores. Y si calla, puede ser por cualquier otra razón (no desestabilizar al club ni a los jugadores; no tener en su contra a todo el aparato mediático, que escribe al dictado de los dos de arriba...)
En esa misma entrevista del Sport, dijo claramente que nunca podría irse al Real Madrid, porque los valores del Atlético lo hacían incompatible. Si ahora se muestra más moderado, creo que se debe a una sencilla razón: estamos a las puertas de una Eurocopa, se busca el apoyo de todos los españoles a la Selección; y no es el mejor momento para despertar sectarismos de clubes, poniendo en su contra a todos los aficionados madridistas (la mayoría en esta nuestra nación). Si hasta se rumorea en los foros ingleses que acaba de recibir una oferta del Madrid, pero ha dicho claramente que no...
Dices que jugaba con nosotros en esas delcaraciones tan ambiguas, en las que nunca descartaba rotundamente su marcha del Atlético. Muchas de esas afirmaciones fueron bastante rotundas; pero esa ambiguedad, creo que se debía a un dilema bastante difícil. Siempre tuve la impresión de que el chico tenía la cabeza y el corazón hechos un lío: una parte de él deseaba quedarse en el Atleti, pero otra le decía que las cosas no tenían visos de cambiar, y que si no se marchaba, terminaría hipotecando su carrera. Por eso siempre quiso tener una puerta abierta, tener a mano todas las opciones posibles. Pero sólo sé que, durante cinco años, rechazó ofertas de clubes muy poderosos; y que intentó triunfar en el Atleti hasta el último momento, hasta el último partido.
Hablas de aquel famoso juicio. No sé exactamente qué es lo que te defraudó de su actitud: que acudiera como testigo (junto a Antonio López, Leo Franco y Petrov), o aquellas supuestas declaraciones de que le molestaba que utilizaran sus fotos, ya que "mi imagen vale dinero" (digo "supuestas", porque creo recordar a un muchacho que presenció el juicio, y que aseguró que esas no fueron sus palabras... no sé si tu experiencia era distinta.