El Gran Equipo del Sur de España se dio un paseo por la meseta para jugar una pachanguita con unos simpáticos muchachos que representan al tercer equipo de la meseta.
Antes del encuentro, escuchábamos a aficionados y periodistas mesetarios hablar de que iban a por la Liga, la Champions, la Copa, la Intercontinental del año que viene, etc., con tanto entusiasmo que parecían que estaban realizando la actividad favorita de Banega delante de una webcam. Nos tomábamos en serio sus advertencias y fuimos un poco precavidos, pero en el fondo sabíamos que no era para tanto ya que, al fin y al cabo, era el Atlético de Madrid lo que nos encontraríamos.
Así que el Sevilla Fútbol Club salió a medio gas al estadio del que pronto sólo nos quedarán fotografías para ver a esa maquinaria del balompié que iba a maravillar a medio mundo con sus superestrellas, ganando sus partidos por cuatro a cero. Pronto nos dimos cuenta que era lo mismo de siempre, muchos Pablo Ibáñez, Pernía, Antonio López, Luis García y tal, y algunos destellos de Agüero. Así que sacamos unas rápidas conclusiones, que no eran otras que hasta la fecha habían tenido que jugar con varias pandillas de amiguetes, pero con un equipo como nosotros lo más posible es que cenasen carne en barra. Y así fue. Con la rasca mesetaria que había en el estadio mesetario quisimos poner punto y final al partido por la vía rápida. Primero O’Fabuloso remató magistralmente el lanzamiento de una falta que acabó en gol, pero injustamente anulado por el árbitro. Cinco minutos después, el propio astro brasileño colocó en la escuadra un lanzamiento digno de ser enseñado en las escuelas.
A partir de entonces había poco que hacer. Ver a Luis García fallando pases, a Agüero perdiendo balones, a Palop recostado sobre un palo imaginándose unas vacaciones en el Caribe… El Atlético de Madrid que vimos no va a ganar una liga este año, sino tres. La LFP se va a reunir de urgencia para darles tres ligas en vez de una por el juego tan espectacular que llevan a cabo… jojojojo.
En el segundo tiempo le pudimos meter tres o cuatro goles más, pero unas veces por egoísmo, otras por falta de acierto y otras por lástima, las dejamos escapar. De todos modos, no era necesario desgastarse ante tan débil rival. Reservamos fuerzas para Austria y para el Athletic. Llegamos al descuento con ciertos agobios, pero con una absoluta certeza que el Atlético de Madrid no es nuestro rival para los primeros puestos de la tabla.
El año pasado les sonó la flauta por la enorme desgracia que asoló nuestro vestuario y el cambio en el banquillo tan precipitado. Los mesetarios se dieron con un canto en los dientes. Este año pronto se darán cuenta de la realidad, ya que en Champions League el Olympique pasará por encima de ellos y se llevará la segunda plaza de su grupo, y en UEFA cualquier equipo de Europa del Este les ganará con el mismo esfuerzo que el Bolton el año pasado. Para su desgracia, el año que viene no habrá Intertoto, por lo que sus objetivos reales se desvanecen.
Ahora nos toca en pensar en liga y UEFA, para seguir con paso firme en ambas competiciones a la par de que nuestro juego mejora. No siempre vamos a tener una perita en dulce como la de esta noche