guspa: Lo triste es que la lamentable actuacion de coupet no le pasara factura, y, sin embargo, una actuación no tan calamitosa -aunque con identico resultado- le costo su carrera en el atleti a un muy buen portero como era cuellar
Perdona, pero no puedo estar de acuerdo. Coupet hizo el otro día un muy mal partido, y ha perdido buena parte del crédito que pudiera tener. Pero el partido de Pichu en el 0-6 pasará a los anales de la infamia. Fue una actuación mucho más calamitosa y decisiva, porque de hecho (y no recuerdo exactamente el orden de los goles), íbamos 0-0 en el minuto 35, y hubo algún gol que fue directamente cantada clamorosa. Vamos, es la famosa frase de Di Stefano: Coupet no paró las que iban dentro, pero es que Pichu se metió alguna de las que iban fuera. De hecho, la semana anterior perdimos en Montjuic gracias a un despeje a los pies de un delantero del Espanyol en el área pequeña, lance que repitó contra el Barça.
Con esto no quiero ni salvar a Coupet, que visto lo visto no aporta nada, ni crucificar a Pichu/Cuéllar, que el pobre bastante tuvo, y ya ni siquiera está en el equipo. Pero tampoco quiero ensalzar ahora a alguien que la cagó, oh sí, vaya si la cagó. Y mucho.
Y digo eso pese a que...
guspa: el barsa nos gao con siete canteranos, además, importantes en el juego del equipo, nosotros con diez mercenarios
... creo que aquí está una de las claves, no ya de este partido, sino de nuestra historia reciente. No por lo de los diez mercenarios (me niego a calificar así a alguien que en el fondo lo que es es un profesional, me niego a calificar así a Maxi, a Miguel de las Cuevas o a Heitinga, o a Agüero, que sólo falta que le hagan jugar partidos de ligas de chapas, que el chaval dice que sí a todo, o a Forlán, por Dios...), sino por lo de los siete canteranos. Porque ellos son la conexión con la grada, con una cultura de lo que representa ese equipo, con un estilo de juego, con un sentimiento. Seguramente Busquets sea un mal jugador si le pones en el Racing: pero él es del Barça, y sabe lo que significa esa camiseta, y ha ido a partidos en esa grada.
Y esto que digo no es (solamente) un argumento sentimental: es una cuestión práctica. Nuestros canteranos ahora son inexistentes o caen en saco roto, ya que suben a un equipo histérico que necesita soluciones ya, en lugar de incorporarse a un esquema, a un equipo que sabe lo que es. Tomás, Ruiz, Clemente, Julio Prieto, Marina y Quique Ramos hoy no hubieran llegado a nada en este club, y en su momento fueron finalistas de la Recopa.
Ya casi ni me queda coraje, ni me queda corazón.