Al menda le ha llegao un cartita esta matinei... Que ha reenviao a toda la sección "marca" (no confundir con "lamarca") y acólitos con todo esto del gran kudú:
Para que se
vea por donde va el paño de la "información" del Atleti a día de hoy.
Mi conclusión es que se desea que siga el Alieti, en vez del Atleti.
Vosotros, sacar las propias; esto es más o menos lo que sucedió con
marca/radio-marca (sí ese que ahora llama ROBO a la SUPUESTA golfada
del presidente del Madrid, no verificada por un Tribunal Supremo, como sí está la opaca sentencia sobre el "caso Atlético"):
eduardo inda, actual director de “marca”, a finales del siglo
pasado, y en plena vorágine de meter mano al gilifato, desde su
anterior periódico (El Mundo), firmaba estos artículos de los cuales aconsejo
encarecidamente su lectura:
“El exgerente del Atlético dice que la deuda reconocida a gil no existía”http://www.elmundo.es/1999/09/28/espana/28N0035.html
“gil estafó a los socios comprando el Atlético con créditos ficticios”http://www.elmundo.es/1999/07/30/espana/30N0003.html
“El administrador acusa a gil de vaciar las arcas del Atlético hasta dejarlo en quiebra”http://www.elmundo.es/2000/04/04/espana/04N0049.html
“Hacienda y la intervención del estado confirman las irregularidades de gil”http://www.elmundo.es/1999/12/27/espana/27N0036.html
Hay más leña, de su entonces periódico por aquellas fechas, pero ya no aparece su firma.
Va bene.
El
caso es que, antes de que comenzara esa feliz Eurocopa, y siendo ya
director de marca, desde su medio radiado (radio marca), un tal caridad
se metió en un berenjenal con el director de comunicación del Atleti,
otro tal emilio gutiérrez. Será que no se le daba bola al medio en cuestión, y
debiera de haber surgido alguna de esas trifulcas internas, y el
radiante salió echando sapos por la boca del directivo. Hasta tal
punto, que el fuego se propagó hasta el que nunca aparece. Esto es,
wally. O magil, para los abreviados.
Así, se amenazó primero con
poner luz y taquígrafos a la venta del Calderón. Y, en segunda
instancia, a levantar la liebre de la sentencia. Un dato excelente, pues
tiene cuatro años ya de vigencia y me juego el meñique a que es
desconocida por dos de cada tres atléticos, en su idea difusa. Y nueve
de cada diez en su contenido exacto: prescritos, pero culpables de apropiación indebida del mismo Club. Tal
era la munición del fulano caridad, que se permitió aventurar en una de
sus intervenciones, a tenor de los datos: “...el todavía
consejero delegado del Club...” Una forma implícita de conocer que con
la presión mediática de los HECHOS, es posible descabalgar al delictivo.
No
debió
de creer el señorito feudal que las bravuconadas llegarían a
tanto, mas se encontró una buena tarde con que había tres
representantes de peñas no gilistas en el aire, y un PERIODISTA
atlético hasta las cachas que había dormido poco durante un par de
días, pa desmenuzar al lenguaje popular ese lío verborreico de la
Sentencia. Y, voto a los dioses, que allá fueron. De hecho, al director
del programa se le fue la húmeda y metió por medio esos artículos de
arriba reseñados, como prueba de que el mismo eduardo inda, ya sabía de
estos tejemanejes. Lo jodío del tema, es que en aquella Sentencia del
caso Atlético aparece en cueros tantas veces como el veterinario, su
coleguita, el cineasta. El “¡qué gran presidente!” (cero títulos y un
descenso en su "maravillosa" égida al frente del Club). El mismo que
llamó ofuscado hasta las trancas al programa a media emisión cuando vió
que
aquello se iba de madre. Fuera de sí, negó la mayor. Culpó a los
portavoces de las peñas de no poner el dinero. Alardeó de tener la
gestión más transparente (...) que todos los ríos del mundo mundial
(palabras textuales) y, en fin, lanzó a velocidá F1 su verborrea vacua
y sub-gañanica, con objeto de que nada más se hablara allí. Solo su
tinte rural, con la negación sampédrica por bandera. Punto y pelota.
Ya no se supo de más “informaciones”. Solo que, días después, inda y
el cooperador eran fotografiados en pose carantoña allá por las Austrias
y las Suizas. Y que, se empezaron a fraguar entrevistas de personajes
populares del Atleti para el marca/radio-marca...
Algún compañero del Atleti, llamó en plena Eurocopa a reclamar en
antena al tal caridad su promesa de continuar con la denuncia (pues así salió en varias ocasiones por su boca). “No es
momento”. “Seguiremos, más adelante...”. Y un pimiento. Hasta hoy.
Uno, que no es periodista, le molestan estas cosillas, que para chasco
sirven para poner mirando pa Cuenca, aún más, al Club de sus amores. El Periodismo, tal y
como sale del horno, o en las ideas que se fraguó, es excelso.
Cumple (o ha de cumplir) una labor social, única. Puede ser la voz de los mudos. El azote
de los espabilados. Millones de cosas y ocasiones.
Y aborrezco a
los malos periodistas. Como a los malos mecánicos. A los malos
taxistas. No es cuestión de arremeter contra la profesión; tan digna
como cualquier otra. Es cuestión de señalar a los que hacen de ella un
prostíbulo donde meter la minga. Y violarsela. Contandose luego como los adalides de la información. Con minúsculas.
Las comparaciones, no son odiosas. Lo que son odiosas, son las injusticias. Aderezadas por los tratos de favor.
Moraleja:
bien por la información respecto a la tangada del presidente de la
Castellana. Mal, muy mal por los silencios respectos a la tangada
histórica (corroborada por un Tribunal Supremo) sufrida por los socios
y accionistas del Club Atlético de Madrid. Y por su forma execrable de
hacerla servir para un chantaje. Sí, he dicho CHANTAJE.
Un saludo.
Y colorín, colorao, no nos queda por comer bacalao...