PEDRO SIMÓN
154 Días
El Aleti no sólo da para desenlaces taquicárdicos y noches de
rojiblanco satén, sino que también provoca militancias incondicionales e
insobornables adhesiones.
Supe de un aficionado en Vallecas que, después de meses en la
lista de espera, dejó pasar una operación quirúrgica importante porque
la fecha le coincidía con una final de Copa del Rey. Supe de otro que,
siendo director de un colegio en Carabanchel Alto, hizo novillos para
ver un partido contra el Vitoria Guimaraes. Supe de un padre de Leganés
que quiso ponerle a su hijo Futre, y resulta que le nació niña: mi sobrina hoy se llama Paula...
Y luego supe de Manolo, cojitranco, borrachín, chatarrero, generoso, el escudo del Aleti grabado en el corazón.
–¿Te digo una cosa? –me abordó en agosto.
–Qué.
–El Real Madrid ya lleva 100 días sin ganarle un derby al Aleti.
(…)
Desde que el Madrid no le gana al Aleti, convendrán
con Manolo, España es un país «más decente»: la prima de riesgo ha
bajado, el paro cayó en 31 personas, mi hijo ha aprendido las sumas con
llevadas, Rosendo ha vuelto a sacar disco, Bustamante no.
Es lo que tiene el poder abracadabrante de la
invulnerabilidad, que te levantas, acudes al espejo y hasta te ves más
guapete y con cierto parecido a Hugo Silva. También Manolo.
–Qué tal vas, Manolo.
–120 días, eh. 120 ya.
El viejo rondaba los 80, corría el lateral del Manzanares
instigando al trencilla y llevaba la estadística de los derbis en
cartoncillos, como Gay Talese sólo que de General Ricardos: «Adelardo es el que más ha jugado» (27). «A Luiz Pereira los racistas de Chamartín le gritaban ‘que baile el negro’». «El robo más grande fue el de Urizar». «Ese día Arteche lloró y dijo: ‘Hoy me he llegado a preguntar si yo soy distinto a los jugadores del Madrid». «El más cabrón fue Hugo». Y en este plan.
(…)
El hombre que susurraba a los linieres ya no está. Como hacemos con el córner de Pantic,
a Manolo tendrían que montarle un homenaje en su bar, en nuestro bar:
dejar su taburete vacío en señal de duelo esta noche. Y, mejor que unas
flores, ponerle sobre la barra un platillo de torreznos junto a un
botellín.
Brindo por ti y por todos los que no llegaron a tiempo. Por
todos los que se abrazan sin mirar DNI ni billetera. Por los que
celebramos la derrota como parte de la vida. Por la foto que me manda Gistau: su hijo, por fin, enfundado en una camiseta del Aleti. Aquí estoy echando cuentas, Manolo. Cómo te habría gustado escucharlo: el Madrid hoy lleva 154 días sin ganarle un derby al Aleti. 154.
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