Vaya por delante, por si es preciso recordarlo, mi desacuerdo con la labor hecha por Aguirre.
Dicho esto, yo creo que sí, que la plantilla está descompensada y tiene verdaderas lagunas.
¿Cree alguien que Simao y Forlán pueden aguantar el ritmo que se han impuesto estos tres últimos partidos durante media temporada, ya no hablo de una entera? Yo creo que no. Y lo están haciendo para cubrir la falta de centrocampistas de verdad en las bandas y en el medio volante ofensivo/creativo.
De los medios centros, creo que Assunçao es aprovechable, pero tampoco es la pera. Alterna mucho y buen trabajo con algunas cagaditas dignas de consideración, aunque creo que no es tan malo técnicamente como ha parecido casi todo el año y que, como se ha visto últimamente, no necesita limitarse a ser un simple tercer central. Raúl lleva un año flojo, muy flojo, y espero a ver cómo lo acaba, ahora que está gozando de continuidad. No obstante, veo en él una gran indefinición: para mi gusto no es medio de cierre, y su labor de medio ofensivo, hasta el día de Villarreal, es como si la hubiera olvidado. Y hablando de olvidar, no creo que convenga hacerlo de su no mucha calidad como pasador, que puede compensar con su poderoso físico y capacidad de trabajo. Pero no me llena como complemento de Assunçao: nos condena a vivir en puro vértigo ofensivo. De Banega, mientras no me desmienta, no lo considero jugador para un equipo europeo de nivel: su ritmo es de otro continente, por bien dotado que esté técnicamente. Lo del domingo pasado, mucho ojo: entró con el Villarreal roto y sin centro del campo ya. Camacho apunta, pero como no lo han dejado despuntar, me abstengo de juzgarlo, si bien considero que lo que ha hecho ya el año pasado debería ser aval suficiente para probarlo más a fondo, pero aquí, nada de cesiones. Me faltan, pues, un buen distribuidor y, al menos, un buen centrocampista de banda, con mucha capacidad de trabajo y todo el recorrido posible.
Atrás, la verdad, creo que los centrales no es ninguno de nivel equipo de cuartos de Champions; en especial, Pablo, cuya inteligencia y recursos técnicos brillan por ausencia. Perea sabe hacer lo que sabe hacer, pero lo que no, es terrible, por su importancia para ser un seguro de vida, como debe requerirse de un buen central. El holandés, la verdad, es mi gran decepción del año, aunque quisiera creer que es cosa de su estado físico y que éste es susceptible de mejorarse. Los laterales puros, o sea, los zurdos (del griego ni hablo), me parecen perfectamente intercambiables: flojos ambos, y tampoco en relación con López deberíamos dejarnos llevar por el dulce regusto de su magnífico gol del domingo, después de los dos últimos añitos que lleva (tampoco es que los anteriores fueran para tirar cohetes, ¡eh!).
-Y ahora hecha un vistazo al banquillo. -¿Al banquillo? -Sí, al banquillo. -Pero si no hay nadie. -Pues eso.