Independientemente de la parte futbolística o disciplinaria y centrándome en la empresarial, aquella con la que los maldirigentes se llenan la boca para excusarse de muchos de sus comportamientos que justifican con "es que esto es una empresa".
Un empresario que lo sea nunca devaluaría sus activos, es un error de bulto de gestión de una sociedad. Más bien al contrario, si hay interés en desprenderse de alguno se le intenta inflar el valor para obtener el mayor rédito posible. Y esto no es un caso aislado, es incontable el número de activos de esta sociedad anónima deportiva que pierde valor durante su pertenencia a la misma. Esto no es gestión, es un descalabro financiero y una descapitalización de la sociedad. Es de una torpeza empresarial absoluta.