Chinasky:
Como yo lo recuerdo y lo vi en su momento, Juninho era una apuesta de Antic que celebró su llegada. Ranieri era un tipo de futbolista que no quería en su plantilla (así nos fue con él) porque no entraba en sus gustos futbolísticos. Suficiente tuvo con tragar con Valerón, no iba a tener a dos jugones blandengues en plantilla. Cuando Antic deja el Aleti tras la final de copa, Juninho es uno de los que pagan con su salida (lo del borrón y justos por pecadores reinante en esta casa) y Ranieri se niega a tenerle en su equipo sin darle una sola oportunidad. Además estaba el tema de la lesión y si no se había recuperado bien y si nunca sería el que fue. Por aquél entonces se hablaba (me parece mentira, es un continuo día de la marmota), de un Aleti rápido, al contragolpe, una imitación del Valencia, de hecho se intentó fichar al Piojo sin éxito. Luego pasó lo que pasó, porque Juno no fue vendido, sino cedido al Boro. Que volviera estando en segunda era prácticamente imposible. Pero además añadiría... ¿Para qué? Si se cargó a Valerón (con el beneplácito de la grada), obligándole a jugar en banda a un juego físico y de presión, sacrificándole como a un perro, para qué iba a tener también a Juno. La época italiana fue nuestra tumba deportiva, la institucional ya se había producido hace tiempo.
Estoy muy de acuerdo con este mensaje de Chinasky ... ¡vamos! ¡es que es la biblia!.
No por corregirlo, sino por completarlo, añado el nombre de ese simpático bonachón llamado Arrigo Sacchi. La sucesión de Sacchi y Ranieri en el Atleti fue como lo del anuncio aquél de maquinillas de afeitar: la primera hoja corta, la segunda apura.
Todo, porque MAG vivía entonces sus supuestos días de gloria, De la Morena le hacía entrevistas recibiéndole con la música de El Padrino y le vendía como el Michael Corleone del fútbol español (el hijo inesperado, que se hace con el control de la famiglia) y el veterinario se había enamorado locamente del fútbol italiano.
Desde el día aquél en que el Atleti de Antic coronó lo que se llamó "una temporada decepcionante" (7º puesto) con un inolvidable 5-2 al Barça, que se tuvo que comer con patatitas Sacchi en el palco; mientras Caminero marcaba un gol mitológico, y por el campo hacían arte puro unos tales Kiko, Vieri, etc ... y se cerraba una etapa histórica; se marcó un antes y un después.
Hoy en día, seguimos en el después.
Sacchi entró como un elefante en una cacharrería: le puso la cruz a Juninho (que fue suplente casi todo el tiempo), se la quiso poner a Kiko (aunque luego rectificó) y convirtió un equipo de excelente gusto, en un grupo aguerrido. Fue como volver al Clementismo de los Bustingorri, Abadía o Patxi Ferreira; pero con los Torrisi, Jugovic y demás espartanos. Y todo eso, sólo un año después de aquél espectacular verano de Juninho, Vieri, Lardín, José Mari ...
Al año siguiente llegó Ranieri, tras barrernos con su Valencia en la Final de Sevilla ... y hasta hoy.
(...) Nosotros, que somos de Gárate, despreciamos el modelo actual de sociedad anónima deportiva basado única y exclusivamente en criterios mercantiles y cortoplacistas, en sacar el máximo rendimiento de lo que se tiene aunque esto se haga en claro menoscabo de la identidad del club, y de la afición, y del proyecto deportivo (...) "Nosotros, que somos de Gárate" - Carlos Fuentes - El Rojo y el Blanco