El problema no son los accesos, ni los baños, ni la visibilidad... El problema es que ya no hay vuelta atrás. Dentro de 20 años seguiremos aquí. Sólo espero que ni la pareja (ni sus descendientes) esté.
Siendo mínimamente realistas, en este país, y después de haberse consumado el traslado, que paralicen la demolición del Calderón es imposible. Si robaron el club según sentencia del TS y ahí están. Además, si por, vete tú a saber por qué, se hace, al que joden al final es al club en sí, que es el que tendría que pagar todo, o vender la Puñeta a precio de saldo al Ayuntamiento.