Vinagruno:
La verdad es que los bombos se podrían utilizar mejor, pero creedme que es desesperante cuando acabas con las manos sangrando de dar zurriagazos al cacharro y a la gente se la suda cantar y se dedica a comer pipas.
En el partido con los fuleros del año pasado estuve al lado del bombo todo el partido, y aunque no le sacudiera yo, estuvimos otro colega y yo sujetándolo de vez en cuando para que pudiera descansar mientras le sacudía, La verdad que el tío, ya de la vieja guardia, se dejó el alma todo el partido y acabo, pese a llevar guante,con la mano destrozada. Pues aún así tienes que aguantar que la peña se queja de que si les van a dar con la maza, que si para un poquito que ya está bien, etc. Y era con los fuleros, que si ese día no se anima ya me dirás tú cuándo. Luego, despejas un poco la zona para que no haya problemas, 2 o tres asientos, no más, y que si este es mi sitio y no me muevo, que si siempre igual. Pero además, con el bombo y levantando canciones todo el partido y la peña con las manos en los bolsillos y sin cantar ni una *** vez en todo el partido. Yo ese día acabé hasta la polla y no me lie a hostias con alguno de milagro.
Sinceramente hay mucha gente que no tiene ni *** idea de donde está. Van ahí porque es cool, mola mucho decir que te pones con el Frente en los bares con los colegas, o porque sale más barato, no sé, pero no tienen ni *** idea de lo que significa pisar ese suelo sagrado. Hace ya tiempo que no se leen bien las inscripciones de los peldaños de subida a la grada (los que conocéis el tema sabéis de lo que os hablo), pero yo recuerdo que hace años, y aunque había subido ya mil veces, cuando pisaba esos peldaños y lo leía se me ponían los pelos como escarpias sólo por poder subir esos escalones y al llegar arriba ver el estadio, el césped y, al girar, el Fondo Sur del Calderón. De la canción con música de "Rivers of Babylon" hay una parte que me gusta especialmente porque me recuerda eso precisamente...
"Más allá de la curiosidad, nació un amor, la primera vez, que yo entre en el Calderón
De tus colores yo me enamoré, Sentí pasión, Dentro de mi, late muy fuerte mi corazón"
Pues eso es lo que se siente, o lo que se debe sentir, no sólo la primera vez, sino cada vez que se pisa ese sagrado fondo. Al menos el mío sigue latiendo como la primera vez, por mucho que muchas veces lo mandaría todo a tomar por culo.