No se pueden negar las evidencias. Se hizo cargo de un equipo en descenso, al que le metían goles a punta de pala, y no ganaba a nadie. Además tenía una plantilla desequilibrada y a todos en contra, a que negarlo.
En silencio muchas veces, con broncas públicas otras, siempre con inteligencia y bastante discreción,ha cambiado el equipo sobre la marcha. Con convicción y arriesgando. Cambio del portero titular por canterano. De los centrales (tachado Pablo sin encomendarse a nadie ni pedir ayudas y sentado y semitachado Juanito), para hacer el defensa de referencia a Dominguez. Se inventó al carrilero derecho (Ujfalusi y hasta Valera), y ¡oh! magia se sacó dos interiores, de donde no había: Reyes y Simao cuyo cambio de forma de jugar, es la clave con De Gea y Dominguez de casi todo. Además perdió a Maxi en el camino.
En su contra: lo de Cedric. Y como Jurado se está haciendo mayor, no se lo descuento. Bueno, no he estado de acuerdo en más cosas, pero reconozco que no fueron tan importantes.
Una pregunta: como lo han hecho para aguantar físicamente lo que han aguantado.
Y una puya para Pitarch, al amparo de la loa a Quique: mientras Quique es todo discreción y buen hacer en el momento de la gloria, Suso, que no ha dado una en su trabajo, coge el micrófono y se arroga un cierto protagonismo no sé sabe por qué. Es una pena, que hasta en momentos tan dulces, haya que dar caña a algunos.
Saludos
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.