Entre el Liverpool y el Atlético hay muchas historias paralelas. Los dos han sido robados, secuestrados legalmente, y desvalijados por unos dueños disupuestos a forrarse a costa de dejarlos hechos unos zorros económica y deportivamente. Y en los dos casos, los medios pasan olímpicamente de explicar su historia. Vende más periódicos hablar de la mala suerte del Pupas, de lo fallón que era Torres, o del pésimo entrenador que es Benítez.
No sé si esta historia resultará familiar:
Hace tres años, la situación financiera del Liverpool era relativamente buena (contaban con bastantes ingresos, gracias a los aficionados que tenían desperdigados por todo el mundo; y la deuda era asequible, comparada con la de otros clubes de la Premier). Pero el club necesitaba construir un nuevo estadio, más moderno y más grande; y no podía competir con el Chelsea o el Manchester United, en el mercado de fichajes.
Así que el antiguo dueño decide vender el club, a unos invrsores más ricos. Entre los candidatos se encontraba un grupo inversor árabe, pero nadie se fiaba entonces de ellos. Así que los elegidos fueron una pareja de empresarios americanos, que ya tenían algo de experiencia en comprar (y arruinar) clubes deportivos. Hicks y Gillett compraron el club mediante el sistema de "compra apalancada", que estaba de moda por entonces. Era parecido a la hipoteca de un piso: pedían un préstamo a un banco, y ponían al mismo club como garantía. SIn embargo, prometieron que nunca podrían la deuda a nombre del club; y que pondrían dinero de su bolsillo, para traer todos los fichajes que les pidiera Benítez. Torres fue su primera (y última) muestra de buena voluntad (Babel llegó como segunda opción, porque el primer objetivo de Benítez era demasiado caro).
Un par de empresarios sin idea de fútbol se hacen con un club sin poner dinero de su bolsillo; y para presentarse como salvadores, traen bajo el brazo a una estrella...
Pero al poco tiempo se vio que los nuevos dueños habían salido ranas. Cuando Benítez intentó fichar un jugador en el mercado de invierno, estalló la tormenta: los dueños le dejaron claro que con Torres, ya habían puesto suficiente dinero; que ellos eran los que decidían cuándo y cómo se tomaban las decisiones. La situación deportiva del equipo mejoró, los aficionados apoyaban a Benítez, y no se atrevieron a echarlo. Pero desde entonces, se dedicaron a sabotear todas las decisiones deportivas del manager (por ejemplo, se sabía entonces que Xabi Alonso quería marcharse; Benítez intentó fichar a Barry para que lo sustituyese; pero el director ejecutivo, en contra de sus deseos, empleó el poco dinero del club en Keane). Sin embargo, lo peor estaba por venir.
Cuando se cumplieron los plazos para pagar a los bancos, los dueños decidieron pedir un nuevo préstamo; y, olvidándose de su promesa, esta vez sí pusieron la deuda a nombre del club.Esa deuda se refinancia cada X tiempo con nuevos préstamos, de manera que se ha convertido en un cáncer que no hace más que crecer como una bola de nieve, chupándose todos los ingresos del club. Por haceros una idea: de los 30 millones de Xabi Alonso, no quedó ni un millón en el club. Todo se lo tragó la deuda.
Pero todavía hay algo más escalofriante.
Hace un año, Hicks y Gillett declararon que acababan de pagar un cuarto de la deuda con su propio dinero. Las cuentas de aquella época revelan algo muy diferente. Lo que hicieron Hicks y Gillett fue fundar una empresa en las Islas Caimán; y conceder un préstamo al Liverpool para pagar esa deuda. Un préstamo con un interés compuesto del 10% anual (cada año que pasa, ese 10% se suma a la cantidad base, y se le añade otro 10% de intereses), por lo que la deuda crece a un ritmo alarmante.
Huelga decir que el resto de promesas (fichajes, nuevo estadio), se las llevó el viento. Los fichajes de estos años han venido de los ingresos que genera el club (Champions, traspasos, venta de entradas...); y del nuevo estadio, no se ha levantado ni una piedra (a pesar de que, en los libros del club, figura que se han extraido 150 millones para "construir el nuevo estadio".. El Estadio de la Luz necesitó menos dinero...)
El año pasado, el Liverpool acabó segundo en Liga, llegó a cuartos de final en la Champions, y recibió el dinero por volver a clasificarse. Sin embargo, las cuentas mostraban un déficit de 50 millones de libras. Este año, séptimos en Liga, eliminados a la primera de cambio en Champions, sin el dinero de esa competición; con la doble deuda incrementándose...
El Liverpool está al borde de la ruina. Ya se rumorea que, un año más con los mismos dueños, y el club tendrá que ser intervenido por la Administración. Los aficionados todavía no se pueden creer que puedan terminar igual que el Leeds o el Porsmouth.
Recientemente, han anunciado que ponen el club a la venta. Pero piden el triple de dinero que por el que lo "compraron". Que en el fondo, era de lo que se trataba. Hicks llevaba toda su vida comprando empresas con préstamos de bancos, cargando la deuda, y vendiéndolas por el doble o el triple...
Torres salió de Guatemala para entrar en Guatepeor.