En estos años hemos visto muchísimos jugadores ensuciar nuestra camiseta, ya sea por aptitud, como por actitud.
Al Igual que la economía del país, nuestro nivel de exigencia está en el punto mínimo de toda nuestra historía como institución (Antes Club, ahora sad, con minúsculas).
En el Calderón han salido aplaudidos gente como Gronkjaer, Ibagaza... y ejemplos más recientes como Reyes o Jurado, cuyo mayor mérito es REIRSE de la institución y de toda la afición tocándose los genitales ( hablemos con propiedad), riéndose chulescamente en los calentamientos (Ayyy Jose Antonio ...), arrastrarse por el campo, jugar para si mismos olvidandose de que son 11, y que la grada ha elevadohasta la figura de casi idolos, con ovaciones cerradas para estos dos por 3 partidos medio buenos, después de años de burlas y desprecios.
Todos los que hemos jugado a fútbol sabemos que lo que tú quieres en el equipo no es un chupón, un posturitas... lo que necesitas, lo que quieres, lo que pides es alguien que muera por ti, que se deje los cojones en el campo y sude como un cerdo por ti, por cubrir tus errores igual que tú intentas cubrir los suyos, aunque no luzcas, aunque no hagas una bicicleta, pero corres por 10 más para ganar, por el bien del equipo y para que otros puedan lucir.
En este país donde una mitad trabaja y la otra mitad vive del cuento, se aplica esta máxima a todos los ámbitos de la vida, están los pobres desgraciados curritos y los listos, los picaros. Ay! maldita picaresca española, cuanta gente subida a ella y vividora de tal.
Raúl García debería ser un ejemplo, un ídolo de las gradas, alguien con quien te identificas en el campo cuando le ves, porque es uno de los nuestros.
Un chaval que se ha dejado los cojones en todos los partidos por nuestro escudo, que ha defendido a muerte a sus compañeros contra la injusticia arbitral y contra el vil contrario, donde su furia, su fuerza y su extrema solidadira y sentido de prevalencia del conjuto frente a su propia individualidad hace que su rol se vea tapado por las rosadas florituras de otros menos agraciados en la cooperación que él, que no ha levantado la voz nunca, ni cuando se trajo a alguien que le condenaba a la suplencia, cada vez que se le ha necesitado lo habrá hecho mejor o peor, pero lo ha dado todo, incluso cuando esta maldita (que no bendita) afición por la que se ha partido el pecho todas estas temporadas, le ha pitado, señalado y relegado a una situación que no merece. Nunca se ha reservado nada, ha jugado todo lo bien que ha sabido o podido, y sin "oscuras intenciones" para ir al Mundial o a una Eurocopa ( Habrá que preguntarle a Tiago qué le parece esto, ¿No?).
Personalmente admiro a Raúl García, al igual que en su día admiré a Futre, a Caminero, a Kiko, a Vizcaino, a Solozabal, a Pantic y tantos más con sabor a Atleti de verdad
Porque sí, Raul García huele... huele a Atleti.
"En política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela." A. Machado