milinkito:alberto perea entra en la lista de 19, me parece a mi que éste chico se está ganando un sitio.
Apunta a ser la sorpresa de la pretemporada. A mí la verdad es que como ya comenté el otro día me ha gustado mucho. Lleva 10 minutos como quien dice y el gol es anecdótico pero tiene movimientos de tío con experiencia y, sobre todo, y no puedo evitarlo, me encantan los futbolistas que conducen el balón pegado al pie con la cabeza alta, mirando todas las opciones, con criterio y mandando sobre el balón, no dejando que el balón te mande y este chico eso lo tiene.
Podrías decir... ¡ah!, entonces... ¿te gusta Juraguti? ¿no? Pues no, porque conduce sin sentido, agacha la cabeza y sólo piensa en el balón y en como disfrutarlo él, sin ningún sentido del fútbol colectivo. Alberto Perea el otro día tras el gol se pudo venir arriba y en un par de ocasiones tuvo opción de repetir lo que hizo, repetir la jugada personal y había posibilidades, estando la defensa como estaba de camping de que le hubiera salido, pero en una de ellas vio que venía Ibra sólo por la derecha y que era mejor opción, y se la dio y bien dada, en el momento justo. En otra vio a Diego Costa y lo mismo. En cambio el tal Diego Costa también se empeña mucho en meter la cabeza para abajo y adueñarse del balón.
La tercera jugada puntual que me encantó fue en una bajada hasta la línea de medios en nuestro campo, le cayó un rechace, le presionaron, miro a porteria vio terreno complicado, automáticamente miro a izquierda, que era su pase natural en ese momento, no vio a nadie, miro a derecha vio que subia el lateral, amago el pase, sus defensores se comieron el amague, piso, giro y salió con la pelota cómoda y jugada al pie (hubiera sido fácil quitársela de encima porque además venía de un rechace, nadie le hubiera culpado). A mí esos gestos aparentemente insignificanes a lo largo de un partido me dicen mucho de la mentalidad de un futbolista para jugar a este deporte que se maneja con los pies pero se juega con la cabeza. Además a lo largo de todo el tiempo que estuvo en el terreno de juego corrió, presionó y apoyó más que Diego Costa y Salvio juntos en tres partidos.