Joder, con el Quique de los cojones. Tiene menos repertorio táctico que musical el Chiquilicuatre. Lo que nos han hecho ayer los aspirinos, o sea, Heynckes, es para que se le caiga la cara de vergüenza. Ha bastado un equipo de nivel técnico medio, con lineas juntas y moviéndose con coherencia y rapidez, con tres futbolistas ocupando la zona central, para convertirnos en una compañía de malas marionetas.
¿A qué coño sigue insistiendo con el Costa, que es malo, malo, malo? ¿Para dejar un boquete en el centro del campo, donde el rival ha cocinado el primer tiempo a su gusto, sin ganar arriba otra cosa que un trotón incapaz de acabar una jugada como es debido? Es verdad que él no es el culplable de que sólo tengamos un central de talla, ni de que Simao y Reyes (vaya partidito del de Utrera, ¡tela!) tengan menos fondo que la piscina de mi casa, aunque sí tiene culpa en que el Kun esté todavía renqueante. Pero es que hay cosas que claman al cielo en lo táctico, sin que por ello deje de reconocer su aportación en el importante aspecto anímico o motivacional, como lo queráis decir.
Luego, el personal zurrándole a Raúl García. Qué facilito es eso. Y qué muestra manifiesta de aficionados de barra, Marca/As y El Larguero. Por mí, les pueden dar mucho por el culo a los silbadores del jugador que, junto con Assunçao, nos da día sí, día también una muestra de profesionalidad y entrega que son difíciles de igualar en el fútbol actual. Y hablando del moreno, ¡qué partido ha despachado! Y qué pase interior ha metido en la segunda parte. Impresionante. Como también ha sido impresionante la segunda parte de Ujfalusi. Qué pena los años que tiene, y que ese ritmo de juego sólo pueda mantenerlo con intermitencia.
Pues ahora, a sufrir, si bien creo que nos clasificaremos, salvo hecatombe. Pero ya veo muy difícil hacerlo como primeros de grupo. Aunque, la verdad, para unos dieciseisavos de final, tampoco debería dársele a este factor mayor importancia.
En fin, qué malísimo sabor de boca me ha dejado la primera parte, coño. Y el domingo, Sevilla, con los palanganas rearmados moralmente tras el cambio de entrenador y la victoria de ayer en Alemania. Feo lo veo, aunque pocas cosas me gustarían más que mojarles la oreja a esa panda de mamones, empezando por el mamón mayor que tienen de presidente.