Bacharach:
Polilla DaSilva:
Lo mismo que tampoco comprendo (y no va por ti) que un rival que no ha tenido nunca ninguna vinculación con nuestro escudo salga ovacionado de mi estadio, se llame Pepe, Juanito o Andresito. Eso yo no lo vi nunca cuando el fútbol era fútbol de verdad. Estoy convencido de que si algún día viene a jugar Torres muchos de los que el otro día aplaudieron a Iniesta van a pitar al Niño. Y es más, me temo que cada vez nos queda menos para vivir una ovación en el Calderón a algún jugador de la acera de enfrente y luego habrá muchos que ahora lo entienden y lo comprenden que se rasgarán las vestiduras...
Haz memoria. Antes de que una gran parte de la afición del atleti girase, últimos 80 primeros 90, hacia un ultrismo italiano, cuando nuestra grada era, por simplificar, un poco torera, en nuestro estadio esa era una escena que sucedía de cuando en cuando. En todo caso, poco sentido tiene hablar de cómo eran las cosas antaño para adjetivar lo de Iniesta, cuando lo de Iniesta, ese mérito, no lo comparte con nadie, ni de ahora ni de antes.
Lo del trampas está totalmente fuera de lugar, y no me voy a detener a explicarlo.
No recuerdo tal caso, te lo digo sinceramente. Y eso que por las fechas que mencionas desfilaron por el Calderón jugadores de la talla de Maradona o Kempes y futbolistas de menor talla pero excelente nivel futbolístico como Bertoni, Brindisi... Futbolistas nacionales que nos depararon enormes alegrías con la selección como los Sarabia, Carrasco, Arconada... Futbolistas que se marcaron partidos antológicos, como el anfetamínico Juanito con aquel Burgos que nos metió tres cuando ganar de visitante en el Calderón era casi milagroso... O futbolistas que habían sufrido desgracias personales como el secuestrado Quini.
No, yo no recuerdo aplausos a ésos, sólo a los que habían pasado por aquí antes y habían dejado buen recuerdo. Nunca a ajenos a estos colores. Pero sí, puede ser que la memoria me falle.
A mí, Iniesta como jugador del Farsa me la trae floja. No creo que tenga que ser excepción de nada en mi estadio.