Si querer fuera poder, el Atlético ganaría el derbi del domingo a las 21.00 horas como hizo hace 11 años en el Santiago Bernabéu. El problema es que el Real Madrid también quiere, tradicionalmente puede más que su rival, es el líder invicto de la Liga y juega en su estadio. Crecido.

Pero la fe y la ilusión mueven al equipo de Quique a pensar en un resultado positivo. De hecho, el Atlético, a pesar de salir una y otra vez del Bernabéu sin los tres puntos, desde el siglo pasado, ha completado algunas de sus mejores actuaciones en la Castellana y sólo le ha faltado remachar su fútbol con el gol que no entró, con el remate claro que se fue arriba o a un lado de la portería de Iker Casillas. Estos son sus poderes en vísperas del señalado 7 de noviembre de 2010.

De medio campo hacia arriba, el Atlético jugará con lo que tiene, que es todo. Es en la defensa donde se le acumulan las dudas, tanto por las bajas como por la inestabilidad a la que ha sido sometida por los últimos rivales: el Rosenborg del jueves y el Almería y el Villarreal en las dos jornadas de Liga precedentes.

En la portería, la posición de David de Gea permanece estable y segura, más aún con la prolongada lesión del guardameta Sergio Asenjo. El joven de la cantera sigue aportando seguridad siempre que sus compañeros más cercanos guarden la compostura.

Una zaga revuelta

La defensa del Atlético pasa por un mal momento, acentuado por la pérdida en la defensa del uruguayo Diego Godín, convaleciente de una operación de apendicitis, y la inmediata eliminación del colombiano Luis Amaranto Perea, que agotó el ciclo de cinco amonestaciones y está suspendido para el partido más mediático de la primera vuelta de la Liga.

Tomas Ujfalusi se ha asentado en el lateral diestro, salvo contingencias especiales como la que encuentra en este derbi. El checo pasará a la posición de central, donde su desempeño se ha mantenido en la línea correcta cuando ha sido necesario. Lo acompañará Álvaro Domínguez, falto de ritmo tras su esguince de tobillo del 12 de octubre en el partido en que la Sub 21 obtuvo su clasificación para el Europeo ante Croacia. Reapareció urgentemente el domingo contra el Almería y repitió en Trondheim contra el Rosenborg, donde se llevó otro doloroso golpe que no lo detendrá. Total, 180 minutos en cuatro días y otros 90 que sumará el domingo.

En el lado derecho, el lateral Juan Valera tiene opciones de volver al once tras lesionarse en el partido de hace dos semanas contra el Ronsenborg, en Madrid. Es un hombre de complemento del que queda este año el buen recuerdo de una gran jugada y una asistencia en el 2-0 al Getafe.

Quique podría repetir un viejo experimento de colocar a Antonio López como lateral derecho, en perjuicio del defensor de Bullas, aunque la apuesta por Valera parece más segura. No hay duda de que el gran fichaje del curso, Filipe Luis, debutará en el derbi madrileño. Con deberes por hacer: su recuperación absoluta de la lesión que lo tuvo parado media temporada con el Deportivo ha ido por un buen camino, pero ha sido lenta, con idas y vueltas. Parece reencontrarse consigo mismo y haber recibido el espaldarazo de su técnico.

El alma de Reyes

Ilusión y fe llevarán a José Antonio Reyes a la banda derecha del ataque atlético. El ex madridista es el alma de su actual equipo. Su iniciativa arranca el mejor juego de los de la Ribera del Manzanares, que acusan sus ausencias, como se demostró en el segundo tiempo del domingo pasado contra el Almería o en la victoria milagrosa del partido europeo del jueves en Noruega.

Reyes desapareció en el descanso del partido liguero precedente por una contusión muscular que aconsejó descanso. Fue el primer signo de que, a una semana de su disputa, el derbi ya ocupaba la primera plana de la actividad del equipo de Quique Sánchez Flores. Los futbolistas lo tienen en mente y ni el Almería, ni el Rosenborg -por importantes que sean los puntos frente a estos equipos- igualan el espacio que ocupa el próximo partido en los cerebros de los futbolistas y de su entrenador.

José Antonio Reyes dice sentir aún "un poco de dolor", pero desde el mismo lunes sabe que no le impedirá jugar el derbi. Mejora cada día. Una ausencia del de Utrera situaría al Atlético en un estado futbolístico demasiado precario.

Agüero y Forlán: 'hambre' y dudas

El brasileño Diego Costa, de 22 años, ha cumplido de sobra con la difícil tarea de sustituir a Sergio Agüero durante su largo mes de convalecencia y a Diego Forlán cuando Quique decidió darle más entrenamientos que minutos de competición al uruguayo, en baja forma y con poca inspiración ante la portería. Costa ha participado en los 14 partidos oficiales del Atlético tanto en Liga como en Europa League y el encuentro de Copa en Las Palmas. Sólo faltó en la Supercopa de Europa.

El saldo de cinco goles -tres en los nueve encuentros ligueros- es más que aceptable para el delantero recuperado tras su cesión al Valladolid. Pero no será titular en el derbi, porque Diego Forlán saldrá de la 'caverna' dispuesto a sumar un gol después de su ruta por el desierto -sus tres goles datan de las dos primeras jornadas de Liga- y volver al buen fútbol. Quique lo devolvió a la titularidad frente al Almería y durante el primer tiempo dejó palpitaciones positivas.

El Kun Agüero es insustituible. Recuperado de la lesión sufrida en San Mamés -su recaída la acusó la cuenta de resultados del Atlético-, ha regresado con hambre y en forma progresivamente mejorada partido a partido. Ha marcado en todas las competiciones: Supercopa (1), Liga (1), Europa League (2) y Copa del Rey (2). Hasta en el amistoso Argentina-España marcó después de pasarse 68 minutos en el banquillo. En su interior reclama una mención en los titulares de las crónicas de este derbi.

Simao Sabrosa también es de los fijos. Aunque su presencia no siempre agrada al aficionado rojiblanco, los números que presenta son suficientes para convencer: mejor 'asistente' del equipo y goleador a tiempo parcial (tres goles en Liga, uno en Europa). También es valorable su trabajo defensivo de colaboración con el lateral de su banda izquierda.

Tiago Mendes no empezó con la forma adecuada y Quique Sánchez Flores alternó su titularidad con la de Raúl García. Sin embargo, en las últimas jornadas y en la competición europea ha contado con el portugués, al que le ha faltado conexión con los atacantes y pericia defensiva. El magnífico gol al Rosenborg del jueves -el segundo que marca esta temporada- debe asentar su confianza. La alternativa que maneja Quique con asiduidad es situar en su puesto al navarro Raúl García, titular hace dos semanas en el partido contra el Villarreal en El Madrigal.

Quien no admite dudas sobre su presencia en el once es Paulo Assunçao, el hombre que pelea a veces demasiado solo para contener los arreones del adversario. Irregular en su rendimiento, consigue en algunas ocasiones dar a su equipo el equilibrio que pretende el entrenador. Su riesgo es entrar en pánico, porque entonces llegan las pérdidas de balón y los contagiosos 'despejes' a los pies del menos piadoso de los adversarios.

Fran Mérida y Mario Suárez son, por este orden, los suplentes con más posibilidades de jugar algunos minutos, además de los ya mencionados Diego Costa y Raúl García, más utilizados y titulares en bastantes ocasiones.

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