La imagen televisiva de la Liga está a años luz de la
Premier o de la Bundesliga, espejos donde hay que mirar. Con esta medida, lo
que se quiere transmitir es la imagen de estadios repletos; bien porque
realmente lo estén, bien utilizando “trucos” como los de poner al público
frente a la cámara principal (algo que, por cierto, debería plantearse hacer la
FER en los partidos de la Selección Española de Rugby). El espectador
televisivo no se engancha igual a un partido con el estadio lleno que con el estadio
a medias.
Resulta curioso que los que proponen esta medida
(acertada en mi opinión) son los mismos que ponen todos los obstáculos posibles
para su éxito:
-Horarios: absolutamente infames y con poco margen de
maniobra para el desplazamiento del aficionado.
-Precios: normalmente las entradas son caras. Cuando el
Club necesita del aficionado en las últimas jornadas ya se encarga de bajarlas
y reventar el campo. Curioso.
-Competición: mucha desigualdad. A la liga sólo optan tres
equipos, otros cinco aspiran a meterse en Europa, unos cuantos viven temporadas
insulsas y seis pelearan por no bajar.
Me gustaría hacer un comentario sobre la asistencia al
Vicente Calderón: creo que ésta debiera premiarse. Por ejemplo, para el reparto
de entradas en finales.
Saludos cordiales.
Algún día volverán las barbacoas en nombre de Dios; rezad lo que sepáis, porque yo seré el Inquisidor.