Buf, a riesgo de quedar frente a tanto gigante a la altura del betún, aporto cosas por partes:
Chinasky, menos mal que te has reconducido, me dejaste ojoplático cuando tu primera contestación fueron los descartes, ahora sé que sólo era estrategia. Lo de en general, por la literatura norteamericana, es porque ha dado grandes cosas, y descubrirla es un placer (próxima estación, Kerouac, por el "qué dirán"), pero aclaro con el "aunque luego hay de todo" que tanta producción trae como es natural mucha morralla. De puntillas te diré por ejemplo que lo siento, pero "La conjura..." me pareció un quiero ser gracioso y no llego, quizá porque unos meses fui sureño y amé New Orleans y es mucho más rica y auténtica de lo descrito. Y si no me hubiera leído "El guardián entre el centeno" con quince años, cuando aún me parecía a mi padre en las cosas buenas, tampoco me habría fascinado. "El curioso incidente del perro a medianoche" me pareció brillante, gran idea y desarrollo muy fresco, sí, a veces cosas muy simples resultan muy difíciles. Paul Auster iba muy bien, hasta que escribió un peñazo que termina un once de septiembre y me creó inmensas dudas sobre su verdadera capacidad. No pienso leerle de nuevo.
"Siddharta" me removió por dentro, así que a pesar de su escaso valor narrativo le doy el rango de lectura imprescindible. Hay libros así: no cuentan bien la historia, pero son demoledores. Molan mucho más que los bien escritos que el martes que viene ya no recordarás.
Lo siento Bach pero me he tenido que descargar la película. Decir que una sola palabra de Jelinek encierra más verdad etc. que, por ejemplo, el episodio lésbico de "Tokio Blues" me parece extraño en ti, pero entiendo que nunca has paseado por el Prater, ni has bromeado en Nara con una autóctona sobre el quédirán, como para poder medir ambas "veracidades". Quizá te guste demasiado Johnny Cash. Lo que me sorprende es que dieran el Nobel a una autora que en su mejor obra trata a un turco de forma tan... típica en una austriaca. Quizá porque el feminismo como bien queda por encima del racismo como mal, cosas de la "progresía", yo de eso no entiendo.
De los japos me gusta el Oe mancebo, el de "Arrancad las semillas". Por entonces aún miraba al mundo, y no su ombligo, y por tanto era interesante. Ya dije en el post de Dragó que no considero literatura cuando uno simplemente cuenta su rollo, aprovechando que tiene papel y tiempo.
Éste me parece el principal defecto de las escritoras femeninas: cuentan su rollo, en lugar de contar una historia. Quizá justificadamente, porque al fin y al cabo es verdad que no las dejaron escribir hasta muy recientemente y no han tenido voces propias, afines, que escuchar en los libros (esto no lo opino yo, te lo enseñan en 3º de Historia) y a los libros hay que escucharlos. O quizá injustificadamente, porque tampoco quisieron hacerlo antes empeñadas en llevar un velo para que las respetaran. Que escribir es tener ideas propias y desnudarlas, y eso es muy jodido. Lo de Santa Teresa, sin duda eran orgasmos (y en 3º de Historia te venden que consecuencia de sus largos ayunos).
Pamuk tiene obras para turcos sin bigote y fredimercuris con chalecos de felpa. Pero "Me llamo Rojo" merece la pena. Un viaje interesantísimo al pasado para hablarnos de la vida del artista, y del arte, en general. Bien documentada, bien contada, muy bien hecha. Vamos, lo que intenta una y otra vez Pérez Reverte y no.
Si tenéis niños, les diré una cosa: con once años me leí "El Nombre de la Rosa"; con doce, "El Perfume". No recuerdo dos libros más apasionantes de mi infancia. Tratar a los niños como adultos, y tendréis adultos. Tratadles como idiotas, y os saldrán gilipollas. Así que estoy con fernando: ni Principitos, ni Plateros, ni milleniums (aunque vayan al cole en metro), ni los cinco, los hollister, o agatha christie. Perdí mucho con ellos el tiempo.
Luego vino el debate en el triunvirato y ahí me permitirán que me recluya en una esquina, aguantando el pipí. Ya llevo algún tiempo planteándome si coger y empezar desde el principio: leerme a la humanidad cronológicamente, desde Hammurabi hasta ése que va a salir en 2013 después del fin del mundo. Pero no me atrevo a preguntarlo. Además, una vez me atreví a leer un clásico griego aquí mencionado y a mí más bien me pareció al revés: los dioses camparon entre los humanos, y éstos manejaron a aquellos. Así que me pondré las manos entre las piernas.
Permitidme, eso sí, que proteja a fernando de los críticos. Yo no le veo involucionista. Habla de mirar "a otro lugar". Probablemente porque ya hemos buscado las gafas por todas partes, y fernando aún cree que podremos encontrarlas, que las dejamos aquí en casa, que no las podemos haber perdido. La nostalgia también crea fe, así que sigamos buscando. Por nuestras gafas.
Además sólo por esta frase ha merecido la pena leerme de sopetón todo el hilo: "Así es el ser humano: capaz de deleitarse en la añoranza de aquello que, de producirse, no soportaría." Te ruego que si citabas a alguien, me digas quién.
Feliz lectura.