Metropolitano: el toque de corneta de la presión del equipo, de su equipo.
Lo que me maravilla, lo que creo que le hace ponerse por encima de cualquiera que yo haya visto, no es cómo juega él, sino cómo hace jugar a los demás, al equipo, me parece cosa de magia, y algo de truco tiene, porque no se ve a simple vista, se empequeñece él para hacer grande al equipo, pero lo hace tan bien, que si él se sacrifica uno, el equipo crece tres. Yo no he visto a nadie hacer eso, es un prodigio. Y más en un fútbol como el actual, en el que el reconocimiento se da a las espaldinhas y gilipolleces así, hay que tener personalidad para jugar así.