Gregorio Manzano se tambalea y ya empiezan a sonar los nombres de quienes podrían ser sus sustitutos. Apunten el de Luis Aragonés como el candidato favorito y al único que las diferentes familias rojiblancas ven como capaz de enderezar una situación más que complicada. Los resultados y el pobre juego de las últimas jornadas han llevado al entrenador del Atlético de Madrid a vivir una situación desagradable, quizás de una manera injusta, pero la mala sensación que transmite el equipo está siendo el principal argumento de los detractores del ex del Mallorca.
Sin ultimátum de por medio, el técnico afronta el partido de hoy ante el Athletic y el de la próxima jornada ante el Zaragoza como dos auténticas finales. Si se repite la mala imagen, todo se podría acelerar, aunque todo hace indicar que el margen de confianza llegará hasta la jornada del 6 de noviembre, día que el Atlético tendrá que enfrentarse hasta el Getafe. Y es que tras ese choque hay parón en la Liga por los compromisos de España ante Inglaterra y Costa Rica.
El gran problema con el que se ha enfrentado Manzano desde sus primeros días en la que es su segunda etapa en el banquillo rojiblanco es el no haber sido el candidato de todos los que forman el complicado Consejo de Administración del Atlético. No era una opción mal vista, pero tampoco la favorita de ninguno. Luis Enrique o Caparrós ocupaban las preferencias, pero la imposibilidad de fichar a cualquiera de los dos amplió el abanico de candidatos. El técnico es consciente de la situación y sabe que los resultados marcarán sentencia. El Consejero Delegado atlético tiene dos preocupaciones sobre la mesa. La primera es el futuro del técnico y la segunda el de Enrique Cerezo, que parece sentenciado y con los días contados como presidente del club del Manzanares.
Miguel Ángel Gil ha recibido todo tipo de consejos en los últimos días, pero el que más le ha llegado ha sido el de los veteranos rojiblancos, los que mejor conocen la casa, y que han apuntado a Luis Aragonés como el indicado para revertir una situación que ha llevado al equipo a vivir una depresión tras la euforia inicial consecuencia de las goleadas ante Racing y Sporting. El todavía campeón de Europa con la selección española dejó el banquillo rojiblanco al término de la temporada 2002-2003 tras conseguir el ascenso a Primera y su posterior asentamiento en la categoría. Su relevo al frente de la dirección técnica del Atlético fue, precisamente Manzano, al que acusó de dejarse querer cuando todavía estaba en el banquillo, acusaciones vertidas a raíz de un partido del Atlético en Valladolid y que el técnico presenció en directo.
Luis Aragonés ya sonó semanas atrás para hacerse cargo del Mallorca, pero no terminó llegando a un acuerdo con Serra Ferrer. En desencuentro fue de carácter económico. Quiere volver a los banquillos y la idea del Atlético siempre le ha seducido en la que sería su quinta etapa al frente del que es su equipo. También ha recibido ofertas de equipos extranjeros, especialmente del mercado asiático, todas ellas rechazadas.
Schuster se ofrece y Juande gusta a Gil Marín
Mientras Luis Aragonés no ha movido un dedo, Bernd Schuster se ha 'ofrecido', ya que cree que su filosofía de juego encajaría a la perfección en el actual Atlético, tal y como confesó en Punto Radio. "Comovivo cerca tengo posibilidades, pero no sé, hay un proyecto con Manzano del que se ha hablado mucho. Vista la plantilla sí que encajo en el actual equipo. Otra cosa es lo que piensen los que hay ahí arriba. Una cosa es hacer el equipo y otra elegir el entrenador y ahí el club no ha tocado la tecla justa últimamente".
Aragonés no es el único técnico del agrado de Miguel Ángel Gil. Juande Ramos es otro entrenador de su gusto y que de no mediar su llegada al Real Madrid para suplir a Schuster en los últimos días de 2008, se podía haber convertido en entrenador rojiblanco. Su actual compromiso con el Dnipro por tres temporadas más y el mucho dinero que percibe (más de tres millones de temporada), cierran esa posibilidad.