2011-2012: La copa
amarga del fracaso
Teniendo en
cuenta que el Atlético se quedó a tan solo dos puntos de cumplir el objetivo
básico de está temporada, sería lógico comenzar este análisis recordando que
Diego y Falcao fueron fichados a pocos días del cierre oficial del mercado de
fichajes y por lo tanto, no pudieron realizar la pretemporada con el equipo
entonces dirigido por Gregorio Manzano. A eso se suma que el colombiano se
perdió el primer encuentro de liga ante el Osasuna porque el club no recibió su
transfer a tiempo. Si bien sería oportunista e incoherente asegurar que se
perdieron dos puntos valiosísimos ante los de Mendilibar debido a la ausencia
de Falcao, tampoco sería congruente ignorar el hecho de que las incorporaciones
tardías de dos jugadores tan importantes pasaron factura al equipo en el tramo
inicial del campeonato. Pero lo que más daño hizo a la plantilla en los
primeros partidos fueron sin duda las constantes rotaciones de Manzano, así
como su incapacidad a la hora de dotar al equipo de un espíritu competitivo que
les permitiera rendir lejos del Calderón.
Los rojiblancos
ganaron está temporada la Europa League, que es el torneo
más prestigioso al que puede aspirar hoy en día un club con el presupuesto del
Atlético de Madrid. Ahora bien, cabe matizar que este brillante triunfo
no reportó ni la mitad de los ingresos que habría percibido el club, en el caso
de que el equipo se hubiera clasificado para la próxima edición de la Liga de
Campeones. Partiendo de esa base, es evidente que la valoración de la temporada
no puede ser ni mucho menos positiva, y más teniendo en cuenta que los
dirigentes de la entidad han dejado claro que las dificultades económicas que
genera el no jugar la máxima competición europea, les obligará a traspasar a
algunas de las estrellas de la plantilla. Así las cosas, aunque la temporada
europea del cuadro colchonero haya sido de 10, es evidente que la nota final no
llega posiblemente ni al 6, toda vez que el Atlético no
cumplió su objetivo principal en liga e hizo el ridículo más absoluto en la
Copa del Rey.
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2011-2012: La copa
amarga del fracaso
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