Pregunta. ¿Usted no puede vivir sin entrenar?
Respuesta. Ahora mismo, no. Estoy bien de salud, de todo. Cuesta mucho vivir y tal... Hombre, algún día se tiene que acabar.
P. La incapacidad para vivir de otra manera parece un vicio.
R. Es una virtud. Tú trabajas al aire libre, con
gente joven, y eso te da cierta juventud. Lo que es un defecto es lo
contrario. Cuando estoy en casa, sin fútbol, no me aguanta nadie.
P. ¿Por su mal humor?
"Lo más importante son los 'pasillos de seguridad'. Los equipos buenos los adquieren por simpatía"
R. Más que mal humor, preocupación, intranquilidad.
Soy un poco vehemente, pero no tengo malhumor. Soy vehemente, pero se me
pasa en un minuto. Hablo un poco fuerte... Son costumbres que uno ha
adquirido, quizá mal, y procuro arreglarlo. Debería ser más reposado. Me
ha servido estar tres meses parado para darme cuenta de que a veces me
caliento sin necesidad. Porque yo, en el fútbol, me embebo: trabajo y
veo vídeos. Debo hacer alguna otra cosa para que cuando lo deje no me
cueste tanto.
P. ¿Qué puede hacer?
R. Antes leía y ahora leo muy poco. Antes iba al
cine y el teatro y ahora no voy nunca. Debo cambiar un poco.
Fundamentalmente, por mi mujer, que le gusta el cine. Hay momentos en
que me voy a ver vídeos y se me olvida hasta comer. Es exagerado. Me
ocurre de un tiempo a esta parte. Me lío a hacer flechas y me olvido de
todo. Hay demasiada deformación profesional. La vida hay que
compaginarla para saber un poco de todo. A mí me sacas del fútbol y casi
no sé de nada.
P. Los dos años en el Atlético, a la sombra de Jesús Gil, debieron de desgastarlo. Por primera vez se le vio superado.
R. ¡No, a mí no! Sí ha habido gente que ha tratado
de desgastarme, pero no me ha desgastado. Primero, porque se cumplieron
los objetivos sobradamente. Lo que no se puede es tratar de engañar. El
Atlético necesita un reposo de tres o cuatro años para tratar de ser un
equipo grande, si es que quiere serlo. Siempre, pensando lo que fue. Hoy
es un equipo más de los ocho que luchan por estar en Primera.
P. Al nivel del Mallorca.
R. El Mallorca está en tres competiciones: la Liga,
la Copa y la Copa de la UEFA [el Atlético, en dos]. Nuestro patrimonio
es la Liga. Debemos salvarla porque tenemos 20 jugadores. A mí no se me
olvidará el Betis, que hizo una gran Copa de la UEFA y bajó a Segunda.
Hoy en día, el Mallorca... Mirándolo fríamente, lateral izquierdo nada
más tenemos uno. Estamos poniendo a Toni, que es más medio. Lateral
derecho, casi. Medio derecho nada más que tenemos a Campano. Los equipos
deben elegir.
P. ¿El Atlético no es grande por el nivel de sus jugadores?
R. La plantilla es una cosa; los jugadores, otra.
Ahora hay seis o siete plantillas que, sobre el papel, están por encima:
Real Madrid, Deportivo, Celta, Valencia, Barcelona, Sevilla y Betis.
Los equipos son otra cosa. ¿De qué forma juegan el Sevilla y el
Valencia? Defensivamente, extraordinarios. ¿Y el Betis? A tenerla y
atacar más, como el Barça y el Madrid. Todos tienen que tener unos pasillos de seguridad. Y saber a lo que quieren jugar. Mientras no lo sepan...
P. ¿Insinúa que el Atlético no sabe a qué juega?
R. ¡No, no, no! Sólo hablo en términos generales. Además, no lo veo desde la pretemporada.
P. ¿Cómo enjuicia al Atlético?
R. Hay que ser serios y decir la verdad. Hemos
quedado en Primera los duodécimos. A ver si este curso quedamos los
octavos o los novenos. Pretender ya estar en la Champions... Yo no lo veo.
P. ¿Tiene en el Mallorca un recambio para Ibagaza?
R. De sus características, no. Lo tenemos que
cambiar por otro jugador que quizá tenga más gol y menos pase. Correa
anda bien en los dos sitios. Ahora se siente muy bien en punta. Está
dulce, quiere, desea... No tiene la visión del Caño, pero
también lo ve bien y tiene más gol. Si Correa quiere y ha madurado, que
ya tiene edad, tenemos en él a alguien importante.
P. A costa de perder un delantero para jugar con dos pivotes.
R. Contra el Appoel de Nicosia jugamos en rombo, con Nagore por delante de la línea de cuatro y Colsa más arriba.
P. ¿Su sistema ideal?
R. Quizá el 4-2-3-1. Pero lo más importante son los pasillos de seguridad.
Si tenemos el portero, luego giramos por la banda y vamos al centro, al
hombre que tiene la seguridad del balón y de ahí al que tiene la
seguridad del gol... Todos los grandes equipos han tenido pasillos de seguridad.
Se adquieren por simpatía. Porque los jugadores dicen: 'Éste sabe tener
la pelota, éste la pasa mejor, éste define...' El Mallorca está
empezando.
P. Tiene que rehacer un equipo, pero con Eto'o crecido.
R. Eto'o era ya un gran jugador conmigo, de gran
velocidad. Ahora ha aprendido a cambiar el ritmo: 'Voy por allá; tengo
dificultades, voy por otro lado'... Temporizar, que se llama. Y ha
aprendido a rematar. Tiene más ansia de remate, quizá exagerada. Va a
meter los mismos por querer chutar más que si se la da a un compañero
mejor situado.
P. ¿Aprendió con Manzano?
R. Ha aprendido cantidad de cosas que no se enseñan
porque son difíciles de enseñar. Antes todo lo hacía rápido, con
impresiciones. Ahora, no. Hasta en el pase. Antes le daba con el
empeine. Ahora, con el interior. Además, nunca he visto un hombre tan
rápido que sea tan resistente. Puede hacer dos o tres sprints muy seguidos. Los velocistas no suelen ser resistentes.
P. ¿Un crack?
R. Sí.
P. De Torres no hablaba con tanta seguridad.
R. Torres lleva tres años menos que Eto'o en
Primera. Le falta un poquito de recepción. Pequeños detalles. Puede
llegar a ser un jugador muy importante. Va a tener que aprender el
remate; el tiro, parado y en movimiento. Lo va a aprender si observa
porque el fútbol entra más por los ojos que por la explicación. Si a un
hombre le explicas cómo se hace la recepción, no le entra tanto como si
ve a Zidane en la tele pinchando un balón.
P. Físicamente, son parecidos.
R. Torres quizá vaya más arriba de cabeza. También
es otra cosa que tiene que aprender: a pegarle más fuerte con la cabeza.
Gárate le pegaba tan fuerte con la cabeza como con el pie, o más. Quizá
en el trabajo defensivo Torres gane. Eto'o pierde la pelota y se deja
ir. Torres la sigue. Pero a Eto'o también le faltaba tiro a gol hace
tres años. ¡Y no hay que olvidarse que conmigo Torres metió 15 goles en
Primera, con 18, y pudo hacer 20 con facilidad!
P. En el esquema de Manzano, Torres no ha rendido.
R. No. En realidad, al Atlético no le han salido las cosas. Empezó dudando y tal...
P. ¿Qué defendería del trabajo de Manzano?
R. No le conozco trabajando y no puedo hablar. Pero
me parece un hombre serio. En los cuatro años que lleva en Primera, se
ha ganado un respeto. Cuando el agua se bendice es por algo. Eso no
tiene nada que ver con que yo no esté de acuerdo con él en un par de
detalles que no tienen nada que ver con el fútbol.
P. ¿Que negociara con el Atlético a sus espaldas?
R. Eso no me molestó, pero es verdad.
P. Él lo negó.
R. Él ni lo sabía porque no negociaba. ¡El que
negocio soy yo, que no tengo representante! O sí; tengo uno, pero es
amigo mío. Pero no puede firmar nada por mí, diríamos... Manzano lo
puede negar, pero a mí lo que me molesta es un partido que gana un
domingo por 1-5 en el campo del Madrid, que fue un espectáculo, y el
lunes leo: 'He tenido que llamar a Luis para ver cómo se gana al
Madrid'. Hay mucha gente que me ha dicho que es una broma. No me lo
pareció. Hay que ser muy cándido. Yo jamás he dicho a nadie: 'He llamado
a Fulano'. Ni de broma ni de no de broma. Como he oído por ahí
que si le voy a dar la mano... ¡Pero si tengo el mismo respeto por
Manzano le dé la mano o no se la dé!
P. El Calderón, usted y Manzano amenazado por la destitución.
R. No quiero seguir hablando del tema porque se trata de un compañero, de un técnico.
"Parece que Gil me toma por tonto"
Jesús Gil, ex presidente del Atlético de Madrid, envió el pasado
viernes a los diarios deportivos una especie de autoentrevista, en la
que contestaba a una serie de cuestiones que se preguntaba él a sí
mismo. En las dedicadas a Luis Aragonés, Gil aseguraba que el técnico le
había pedido hasta en cinco ocasiones que vendiera a Fernando Torres,
con el argumento de que no valía: "Me explicaba que había cosas innatas
en los jugadores que no se aprenden y que el Niño no las tenía. Pero
como él [por Luis] no es dios, se podía equivocar con este chico o con
cualquiera, y no pasó nada. Pero luego vendemos burros...". Esta es la
transcripción literal de las declaraciones de Gil. Luis salió ayer al
paso de ellas: "Esas declaraciones están hechas para que el público se
me eche encima. Algunos lo harán y otros no, pero el socio no se puede
olvidar de que Luis jugó en el Atlético once años y que subimos al
equipo a Primera. Otra cosa es que al club le interese vender a un
determinado jugador como ha pasado muchísimas veces".
Luis
echó mano de los números para defenderse de las acusaciones de Gil: "He
leído algunas cosas y se contradicen. Parece que me toma por tonto. Se
dicen muchas cosas, como que yo quería traspasar a un jugador que
conmigo fue titular siempre y que metió catorce goles el año pasado [en
referencia a Fernando Torres]. Cuando el Atlético tenía grandes
problemas en Segunda División yo fui a entrenarlo".
Preguntado
ayer por esta polémica, Fernando Torres echó un capote a quien la
pasada temporada fue su entrenador en el Atlético: "Luis Aragonés me
defendió en todo momento y eso es lo que me vale. Siempre dio la cara
por mí. Conmigo, Luis siempre ha cumplido. Jesús Gil y él deben arreglar
esto entre ellos. Yo estoy muy agradecido a ambos. Se le dan
importancia a cosas que no son del fútbol y a mí no me afectan esas
cosas. No creo que desestabilicen ni al club ni a mí".
Pero
en las declaraciones que se hizo a sí mismo, Gil acusaba a Luis de algo
más que de querer traspasar a Torres. Entre otras lindezas, le tildaba
de soberbio, y relataba un suceso que él definía como " bochornoso", en
el que Luis se pasó "en las oficinas de La Caixa desde las 9.30 hasta
las 15.00, sentado en el hall porque, a pesar de tener un cheque
conformado, quería llevarse el dinero en billetes".
Ayer,
Gil continuó su diatriba en Radio Marca. Insistió en el deseo de Luis de
vender a Torres -"me dijo que no tenía condiciones innatas como Raúl"- y
salió al paso de unas declaraciones en las que Luis criticaba la
gestión del actual presidente, Enrique Cerezo: "Aragonés le ha faltado
al respeto a Cerezo y a mi hijo. Debería besar por donde pisa mi hijo.
Le diría que por qué no deja al Atlético de Madrid y se dedica a
entrenar a su equipo. Que respete a quien le ha pagado mucho más de lo
que se ha merecido". Además, Gil aseguraba que Luis había cobrado del
Atlético todo su contrato "y ahora entrena a otro equipo".
Respecto
a este tema, el del pago de su ficha del pasado año, Luis contó una
historia radicalemente distinta a la relatada por quien fuera su
presidente "Gil dice lo que le interesa. Cuando terminó la pasada
temporada se me debía un dinero, que después se me pagó. Como me quedaba
un año de contrato y me marchaba, no me parecía bien cobrar el contrato
entero y cobré la mitad porque yo quise".