Exiliado: A Costa se la ha ofrecido casi duplicar su ficha. Hace tiempo y no ha contestado al ofrecimiento. A cambio, Thiago (íntimo suyo) ya ha declarado que ve dificil que siga: el Chelsea le duplica lo que gana aquí. Y los otros brasileños del vestuario, también saben de qué va la cosa. No sé si hay posible marcha atrás del propio Costa. Si Chinasky dice que sí, le creo (como siempre).
Es que lo que decimos los dos es cierto y además no se contradice. Tenemos más o menos la misma información. Lo que dices, es completamente cierto. A Costa se la ofrece duplicar la ficha actual (no llega al doble, pero prácticamente), pero si te fijas lo que he dicho es: "lo único que puede parar su salida es una negativa del propio Costa". Y como bien dices, es el único que no se ha pronunciado y no ha dado respuesta. Entre los Club hay acuerdo (y todo tiene que ver y mucho con Tibu y con otros, pero sobre todo con el belga).
Costa es un tipo peculiar, extraño para el mundo del fútbol, que prefiere un guiso de su madre en su parcela de Lagarto que una vacaciones de glamour y gomina, que prefiere a un amigo que a un extraño, y que le encantaría seguir bromeando con los utilleros, saludar al de la puerta cuando llega al entreno y hacer el camino que siempre acostumbra, porque es un tipo de seguir su camino habitual, como haría Kant poniendo en hora su reloj, pero al contrario del filósofo, desajustando todos los relojes a su paso. Con una subida de ficha que no llegara ni con mucho a lo que le ofrece el Chelsea (y otros), creo que no tendría ninguna duda en quedarse. Aún sin subida, (que la habría, de eso se encarga el Cholo), se lo está pensando. El problema es el de siempre, que los golfos ya se frotan las manos con su venta y no van a hacer ni esto, ni aquello para retenerlo, sino al contrario, pondrá de su parte para que se vaya. Por eso, como ya hicieron otros, (Juanfran, Filipe, Koke y alguno más) y aunque les pusieron puente de plata desde el club (no por que fueran enemigos, sino para quedarse con la plata del puente), sólo están porque ellos quieren estar, y porque está el Cholo, ese pegamento universal rojiblanco que todo lo une. Y porque el caso Tigre pesa y mucho en el inconsciente colectivo (y hasta diría que el de la rata), de unos jugadores que aunque medios de comunicación, mercaderes, propios y extraños, no lo crean, son felices y saben, o al menos intuyen, que jamás serán tan felices jugando al fútbol como lo son en este equipo, bendito equipo, que el Cholo ha creado. Un milagro rojiblanco. Algunos no meditan el tema, porque saben que estarán, sí o sí, como pueden ser Gabi y Miranda, e incluso incluiría a Filipe, y Juanfran, cuyo pensamiento sólo pasa por retirarse en rojiblanco, (tal vez los brasileños decidan tener una jubilación rentable económicamente en algún paraíso futbolístico moderno, pero tras haberlo dado todo como rojiblancos) y un Godín que tiene ofertas pero que no quisiera ni escuchar. Otros como Koke o Raúl García saben que si ha de llegar no será ahora, hay tiempo y quieren disfrutar de lo que tienen, y si lo que tiene dura, por qué no, disfrutarlo siempre. Turán se ha enamorado, de un equipo, de una afición, y de un modo de vida que le encanta, y es otro que es raro que algo fuera de aquí le tiente.
Y en ésas andan Villa, deseando quedarse, Sosa, que también, y Tiago meditando si prima su corazón, que desea quedarse, o el futuro de su familia (la oferta que tiene le vale para él y dos generaciones). Todos ven al tigre melancólico mirando el césped desde la grada, siempre que puede, hablan con él, y en la distancia corta tiene claro que se equivocó, aunque no pudo hacer otra, y se lo dice al resto.
Es la pequeña familia que ha creado el Cholo, en perfecta comunión con la grada, una familia creada dentro del milagro que todos miramos y nos pellizcamos para seguir pensando que es cierto, o tal vez una familia que existe para que el milagro sea posible. Pero los mercaderes andan despistados. No pueden tocar lo intocable, pero tampoco pueden dejar de hacer negocio, aunque ahora el Cholo les ofrece otro tipo de negocio, un negocio lucrativo pero dependiente de lo deportivo. Y mola eso de pasearse por Europa, con los más grandes, lo que siempre han envidiado de reojo mientras que se llenaban sus mezquinos bolsillos. Pero esa legalidad, esa pulcritud choliana les tiene desconcertados, como si a una zorra ladrona le pones de comer todos los días gallina sin que tenga que eludir trampas, cepos y vigilancia canina.
Y en ésas anda Costa, y en ésas anda Tibu. Sólo ellos pueden hacer que los mercadores no sigan expoliando el templo, y sus futuros están íntimamente ligados. El Cholo piensa, en caso de tener que elegir, que área le interesa afianzar, la suya o la contraria, y por pura filosofía, en caso de tener que elegir, siempre elegirá la propia.