Yo les reconozco a sus defensores (ya lo hice en el post "oficial" de Raúl García) la constancia y el haber sabido ver más lejos que otros más miopes como yo. Pero creo que este Raúl García al tiempo es y no es el mismo que era. Hoy lo veo más grande, más maduro.
Mantiene la efectividad como marca de la casa, la mentalidad de equipo y la constancia en el trabajo, la intensidad, el no levantar la voz jamás frente a un público crecientemente hostil. Me permito recordar que inicialmente tuvo una buenísima acogida, y fueron los años los que amargaron la relación con la grada. Mi apreciación, que mantengo, es que se esperaba más de él (aunque creo que lo que se pedía era injusto). Era un chaval de veinte años al que se le pedía sostener al equipo, y lo hacía. Pero además tenía que hacer goles como en Osasuna, y hasta cositas con el balón para no desentonar con nuestros talentosos delanteros. Era una tarea que lo sobrepasaba: como habría sobrepasado a cualquiera, por otra parte. La carga era excesiva.
Creo que, siendo un hombre fuerte, las críticas le hacían bastante más daño que a otros. En su último año precesión tenía un cierto aire fatigado, no tanto en su juego, como en la sensación que transmitía. Le pesaban las críticas en un equipo en el que los elogios siempre recaían en los delanteros y las críticas en los más volcados en tareas defensivas.
De vuelta a Pamplona acapara los focos: podía ser el referente y líder en Osasuna. O un trabajador (importante, pero en gran medida en la sombra) en el Atleti. De eso no hace tanto, y hoy es referente y líder en el Atleti. Pero no en ese Atleti mediocre que entraba en Champions por los pelos, sino en el Atleti líder, que pelea todas las competiciones y aplasta rivales. Para mi hay una diferencia significativa entre este momento y sus primeros años, no sólo en él, sino en todo el equipo. Y veo la mano del Cholo en ese salto que le ha llevado a ser hoy un pilar y el ejemplo de lo que es un jugador de equipo. Veo que ahora se siente importante, y todos reconocen esta importancia empezando por el entrenador.
Para otros siempre fue el mismo jugador: para mi no podría haber alcanzado esta madurez futbolística si no hubiese pasado por donde ha tenido que pasar. Esto le acerca a Gabi en mi percepción y en mi valoración. Gabi es el mejor capitán posible, pero si tuviera que venir otro a recoger su brazalete, debería ser Raúl.