La marca España no se entiende
El fútbol español, no contento con marcar un estilo de juego, pretende ser una referencia para las empresas.
La Liga de Fútbol Profesional ha puesto en marcha un nuevo torneo con
el fin de ofrecer su buen nombre como tarjeta de presentación a la
internacionalización de las empresas españolas. Quien piense que se
trata de una broma puede encontrar información sobre el asunto en la
página web de la propia Liga (www.lfp.es). Allí se detalla que la competición, bautizada como LFP World Challenge, se disputará a lo largo de las próximas tres temporadas en EE UU, México, China, Indonesia, Malasia, Perú, Colombia y Chile.
La iniciativa cuenta con el apoyo de cinco secretarías de Estado y del Foro de Marcas Renombradas, y aparece reflejada como “acontecimiento de excepcional interés público” en la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014. En virtud de esta consideración, las empresas que efectúen donaciones al programa contarán con exenciones fiscales de hasta el 90%.
“Todos los partidos que se celebren irán acompañados de congresos,
exposiciones, conciertos; todo aunado en el Spain Experience, que será
un gran evento empresarial”, explicó Javier Tebas,
presidente de la Liga, en el acto de presentación celebrado el 6 de
marzo. “No vamos a escatimar ningún tipo de recurso institucional ni
presupuestario”, añadió José Ángel López Jorrín, director de la Oficina
del Gobierno para la Marca España.
Ante semejante despliegue, esta página quiere contribuir a destacar
algunos de los hitos de la Liga española. Por razones de espacio,
limitaremos los logros a los equipos de primera división y a cuatro
ámbitos.
Liderazgo. 16 de los 20 presidentes de primera solicitaron en enero el indulto para José María del Nido,
el expresidente del Sevilla condenado por el Tribunal Supremo a siete
años de prisión por los delitos de malversación y prevaricación en sus
labores como abogado para el Ayuntamiento de Marbella entre 1999 y 2003.
El presidente de la Liga también suscribió la petición. Finalmente, Del
Nido entró en prisión el 5 de marzo. Entre los que apoyaron la
solicitud de gracia figuraba Sandro Rossell,
que dimitió de su cargo como presidente del FC Barcelona después de que
la Audiencia Nacional admitiera a trámite la querella por presunto fraude fiscal en el fichaje del brasileño Neymar.
Cooperación. El fútbol español ha conocido y conoce un singular modelo de cooperación público-privada. En consecuencia, la Comisión Europea investiga a seis clubes de primera por las ventajas derivadas de esta cooperación.
Los cuatro equipos que no son sociedades anónimas –Real Madrid, FC
Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna– son analizados por el trato de
favor que podría darles su estatus fiscal. Además, el Real Madrid y el
Athletic están bajo el foco por el papel de las Administraciones en sus
últimas actuaciones inmobiliarias: Valdebebas y Nuevo San Mamés, respectivamente. Mientras, Valencia y Elche concitan interés por los préstamos que les fueron otorgados por el Instituto Valenciano de Finanzas.
En resumen, lo que trata de indagar Bruselas es si la evidencia de que
las Administraciones españolas han contribuido a inflar la burbuja del
fútbol puede tener alguna consecuencia sancionadora desde la perspectiva
del Derecho comunitario.
Gestión. Hasta ocho de los veinte equipos de primera se han acogido en la última década a la Ley Concursal: Betis, Celta, Granada, Levante, Málaga, Rayo Vallecano, Real Sociedad y Valladolid. Lo que supone que han sido intervenidos por la Administración de Justicia ante el riesgo de quiebra por las deudas acumuladas.
En estos casos, los gestores nombrados por los jueces han negociado con
los acreedores, con los jugadores, con Hacienda, con la Seguridad
Social. Quienes defienden estos procedimientos consideran que han
servido para sanear clubes y devolverlos al punto de salida con un
convenio de quita (reducción negociada de deuda). Sus detractores dan
cuenta del trato de favor otorgado: los que inflaron la burbuja han
eludido en la mayor parte de los casos cualquier responsabilidad.
Responsabilidad. El Valencia es el paradigma de un
modelo en quiebra. Los préstamos de Bancaja, con el aval del Instituto
Valenciano de Finanzas, ocultaron la situación real del club. A día de
hoy, el equipo está en manos de su principal acreedor, Bankia, y se
ofrece al mejor postor en los mercados internacionales. Ahora bien,
aunque abundan los ejemplos individuales, en el terreno de la
responsabilidad sobresale una obra colectiva: la deuda de los clubes profesionales con Hacienda ascendía en 2013 a 595,4 millones de euros.
[Información del Periódico Diagonal]