Ya estamos aquí, ya somos campeones de Liga, nuestros chicos
y el equipo técnico que lo dirige han hecho posible el sueño que muchos veían
imposible, hacernos campeones de Liga, como en el 96 y como otras ocho veces
anteriormente.
Pero ahora nos queda un reto por cumplir, nos queda un sueño
más, un sueño que nos hará tocar el cielo. La historia nos debe una copa de
Europa, se la debe a Luis, se la debe a mi abuelo, se la debe a todos los que
se fueron sin ver al Aleti levantar una Copa de Europa. Merecíamos ganar la
Liga, bien lo saben todos, la merecíamos, creo que ningún equipo en la historia
ha merecido algo tanto como nosotros merecíamos esta Liga, al menos la merecíamos
más que el que más méritos hubiera hecho en la historia del deporte para
conseguir algo. Pero sobre todo la merecían estos jugadores y este equipo de profesionales
y seres humanos atléticos que los dirigen desde el equipo técnico. Es la
primera vez desde que tengo conciencia de aficionado que si no la hubiéramos
ganado lo hubiera sentido más por ellos que incluso por mí o por nosotros.
Estos hombres, estos guerreros, no podían quedar sin su recompensa, porque han
luchado por ello cada segundo de cada partido, porque nos han hecho felices y
porque sobre todo más que nunca, nos han hecho sentirnos orgullosos, del título
y del camino que les ha llevado a conseguirlo.
Pero lo que viene ahora se lo debemos a mucha gente y nos lo
debemos a nosotros mismos. Es cierto que la historia nos la debe, pero es más
cierto aún que nosotros le debemos a mucha gente, los que nos enseñaron a amar
a este maravilloso equipo, más aún, a vivir acorde a unos valores innegociables,
les debemos dejarnos el alma para conseguirla. Los jugadores lo van a hacer, no
tenemos ninguna duda, ninguno, van a dejarse la vida, y nosotros tenemos la
obligación de dejárnosla con ellos, ocurra lo que ocurra, vaya como vaya el
partido, tenemos que devolverles, a ellos, a los jugadores, al cuerpo técnico,
y sobre todo a los que nos enseñaron a ser y amar lo que somos, todo lo que nos
han dado.
Echo la vista atrás y me veo jugando Intertontos, poniendo
pancartas de necesaria dignidad con otros locos, ante la mirada incomprensiva
de una grada que no sentía como mía, de gente que miraba al palco y agachaba la
cabeza ante una nueva humillación, incapaces de levantarse contra los que
estaban hundiendo a nuestro equipo y a nuestra historia, instalados en el
pupismo, en la mediocridad, en el que le vamos a hacer, es lo que hay,
olvidando a los que otrora hicieron grande este equipo, llenándoles de vergüenza.
Echo la vista atrás y veo a unos pocos luchando contra todo
eso, con fe inquebrantable, todos sabemos quiénes son, manteniendo la cabeza
alta y el orgullo intacto, luchando por lo que siempre fue y nunca debió dejar
de ser, pero hundidos moralmente ante lo que veían, llenos de incomprensión,
pero siempre fieles y manteniéndose de pie, la cabeza siempre alta.
Echo la vista atrás y cuando veo los campos de segunda, los
patos, los pollos y demás aves de corral, los fiascos, los Otro Año Otro Timo,
y pienso en aquellos tiempos, y veo aquellas miradas en el recuerdo, sé que en
estos momentos de máxima felicidad, debemos, nos debemos y les debemos ganar
esta Copa de Europa.
Ni siquiera voy a mencionar al rival, ese otro equipo de la
ciudad, me importa una mierda, porque esta Copa de Europa la vamos a ganar por
nosotros, por los que nos han traído hasta aquí, por los que nos han enseñado
que sólo hay una manera de conseguir las cosas, la que todos sabemos, que sólo
hay un camino, el que recorremos juntos, el que nos impide dejar que el equipo
camine solo nunca. Por los que nos enseñaron a abrazar y amar la fe rojiblanca,
los que siempre tenemos todos presentes en nuestros pensamientos cuando miramos
al cielo y suspiramos por la alegría del éxito obtenido, los que señalamos con
el dedo extendido, los que están con Don Luis Aragonés, siempre a la cabeza,
liderándoles a todos y dándoles sabios consejos.
Por los que todos tenéis en la cabeza en este momento, tengáis
la suerte de que todavía sigan con vosotros, o la desgracia de que se hayan ido
ya al tercer anfiteatro para compartir estas cuatro rayas rojas y tres blancas
que nos dan la vida, por nosotros y sobre todo por ellos, vamos a GANAR ESTA
COPA DE EUROPA, y nos vamos a dejar el alma en conseguirla, porque se lo
merecen, porque nos lo merecemos.
Todos sabemos lo que nos ha costado llegar hasta aquí. Caminemos juntos, toquemos el cielo juntos. Después, nos
reiremos y nos abrazaremos, como sólo nosotros sabemos hacerlo. Ahora es tiempo
de luchar.
FORZA!!!