La jugada que hace en el área, entrando desde fuera, el control del juego en espacios reducidos, rodeado de contrarios, está al alcance ee muy pocos en el mundo. El sábado le salió, otras veces no, pero sidmpre lo intenta, diría que el único, y cuando no le sale, lo vuelve a intentar, y mientras eso ocurre, no mira como juega el resto, sino que siempre participa del juego, se ofrece, presiona, ayuda atrás, algo que los jugadores de sus características, que hay muy pocos, no suelen hacer. No entiendo como alguien se puede posicionar contra un jugador así, incluso en los malos partidos, ni como se puede querer prescindir de un jugador así. Una especie en extincion,
que encima siente la camiseta, sólo por eso habría que protegerle.
La jugada es la hostia, pero ese toquea Saúl, sabiendo que viene, después de hacer lo que ha hecho, en el instante preciso, no tiene precio. Si lo hace otro, están días con la jugada, en Correa parece otro día más en la oficina.
Quesada siempre presente!!!