-fernando-: Claro, pero es que la vuelta de Griezmann no es la vuelta de un cualquiera. Es la vuelta de un tipo que había marcado 133 goles en ese equipo y que no había dejado ni un solo enemigo en el vestuario, empezando por el propio entrenador. Si existe una esencia o una identidad que no esté fundamentada en ficciones o en meras efusiones sentimentales (obras son amores y no buenas razones), no se me ocurre nada que contribuya más a ella que esos datos.
Pocas identidades hay tan ficticias como las basadas en los meros datos, que solo son una parte de ella, y que nos llevaría a apuntarnos todos a la dinámica del vencedor, sin importarnos mas consideraciones, y a una blanca existencia.
Pero estoy de acuerdo en que las obras son amores, y sin ser yo especialmente enamoradizo si que se que alguien que negocia en el momento en que te juegas la temporada con uno de los rivales, y casualmente hace dos partidos lamentables en los dos partidos clave, mucho no me ama.
SALUDOS.