Escuchando a los comemierdas (un saludo al canario maiar aquel que escribía antes por aquí) de los comentaristas parecía que la Real hubiese ganado de 4. Cuando salían tocando, es que juegan muy bien. Cuando la rifaban a pelotazo, qué bien también. Un equipo que se ha encontrado con dos goles por cantadas inexplicables del mejor portero del mundo (creo que es el peor partido de Oblak desde que se hizo titular) y luego no ha hecho casi nada. Nosotros llevando el peso de gran parte del partido, y generando mucho con poco acierto. Es vergonzoso que se consienta que a Joao lo defiendan todo el rato con los brazos, pero claro, para esos ponen a Munuera al menos no nos ha tangado el penalti, pero en el tiempo de descuento ha hecho lo que ha podido-. Un equipo que se ha dedicado a perder tiempo desde la primera parte, y que ha machacado a faltas al rival más talentoso sale ovacionado por la prensa. Y nosotros ninguneados, pese a la enésima remontada. El planteamiento inicial, por cierto, muy malo. Pero es que cuando los defensas están en tan mal momento, a ver qué montas para salvarlo.