Nacho, muy bien y todos los demás.
A mí anoche se me saltó la lágrima en el tercer gol. Venía contenida pero nunca creí que saltaría.
El pupas, los perdedores son un efecto; no existen cuando se juega al fútbol bien, y con ciertas condiciones en el equipo. Otras cosas han sido la causa; pero ahora no toca eso.
Aún no me lo puedo creer. Pero es cierto y yo lo he visto. Y los jugadores del Aleti lo han sentido; supongo que recordaréis como se abrazaban, y que caras llevaban cuando acabó el partido; son profesionales, casi ninguno español, pero ayer tuvieron el orgullo de llevar un escudo ganador y brillante; y sabían que devolvían una parte del orgullo perdido a muchos, que sentimos ese escudo.
Estamos donde debemos y lo mejor es que quienes nos sacaron de nuestro sitio, saben sus errores. Aunque les cueste hacerlo bien.
Que pena lo de Forlán. Ya empezamos.
Un emocionado saludo
El fútbol es un sentimiento que se lleva muy adentro...y se concreta en el Atlético de Madrid.