Está claro que los que juegan son los jugadores. si no tuviéramos algunos tan, tan buenos, no habríamos ido a la Champions, fíjate si te doy la razón en algo, Astérix. Porque hemos quedado cuartos la temporada pasada exclusivamente por Aguero Forlán, Simao, un Raúl García al que no reconozco ahora y por la irrupción final de Camacho.
Pero si no hay lider ni cabeza pensante, no hay nada. Sin autoridad (salvo para picarse con Maniche), menos. Sin estrategia ni táctica, aún menos, que estos no son los tiempos del Madrid de Molowny. Pero, sobre todo, sin psicología, sin espíritu ganador y sin presencia moral, un equipo, hasta con buenos jugadores es lo que vimos ayer o en el Nou Camp.
Recuerdo que cuando llegó Antic, la plantilla no se cambió salvo para traer dos jugadores de un descendido Albacete, un desconocido Pantic y un en declive Penev. Y ganaos un doblete jugando como no se ha jugado en la Liga Española salvo el Barça de Cruyff o el Madrid de la Quinta+HUgo. Partidos como el de copa contra el Valencia, los dos del Barça, la final de copa... y muchos otros hasta que la presión nos atenazó un poquito (cuando más nos atenazaba ganamos 1-3 al Barça, cuando nos ganaba 2-0 el Valencia, le acabamos metiendo 4 o 5 en Mestalla) son partidos para enmarcar. Y los recambios eran unos diecisieteañeros llamados Biaggini y Fortune.
Recuerdo que Luis, cuando por fin pudo asentar el equipo, se pasó una segunda vuelta gnando 0-4 en el Bernabéu, Atocha... y muchos campos más. Al año siguiente Urío nos birló la Liga en el Bernabeu, pero les metimos un 0-2 en una maravillosa final de copa. Antes, con menos medios, aguanto muy dignamente en cabeza media vuelta con un equipo de cantera haciendo debutar a Pedraza.
Tanto con uno como con otro también se jugó mal, pero el espíritu era ganador. Y cuando todo se venía al traste, nos dimos cuenta de que el mal siempre estaba arriba de ellos y ellos habían ya hecho demasiado. Más que nadie.
Cuando bajamos a segunda un tal Zambrano (un Aguirre pero en castizo) no supo qué euipo etrenaba. Cuando Luis renunció a ir a la champions con el Valencia y ÉL MISMO LLAMÓ A GiL (AL QUE ODIABA) LA NOCHE TRISTE DE GETAFE, para decir que ahí estabay que el Ateti no podía ás estar en segunda, vino y desde la primera jornada fuimos primero. Si antes Eibar era el infierno, allí ganabmos 0-3, con jugadores comprometidos como Nagore (me ofende cuando la gente habla mal aquí de este excelente profesional que no es peor que mucho que tenemos ahora en el centro del campo), Burgos, Carreras, Alonso...
La diferencia de un entrenador a otro fue debutar siendo bañados por el... ¡Levante! Y al año siguiente, arrasarles allí.
Compara la relación conflictiva de Luis con jugadores como Güiza, Torres, Eto´o... y mira como le adoran y el juego que sacó de ellos. Compara este caso con los casos Maniche y Reyes (que, por otra parte está bien lejos de aquí, no digo que no). Además, analicemos a la inversa: probablemente Aguirre no tiene más conflictos porque genera una una complicidad con los pesos pesados del vestuario que saben que van a jugar hasta cojos mientras los chavales que llegan (casi ninguno) saben que, hagan lo que hagan no van a pasar esa barrera.
En esta misma línea, compara el odio (egoísta y ególatra era Antic, pero los jugadores que tanto alabas son casi siempre niñatos) que tenían al serbio Kiko, Molina... pero les convirtió de jugadores que no arrancaban a campeones de todo e internacionales.
Eso es un entrenador (y me vienen a la cabeza Helenio Herrera, Domingo, Merkel, Ivic...). Eso -aparte de muchas otras cosas- es lo que necesitamos. Y eso es lo que no tenemos. Le demos las vueltas que le demos.
Porque un entrenador no puede no controlar el estado físico de sus jugadores. Ni abandonar el control de la confección de una plantilla. Ni no ensayar táctica ni estrategia. Ni permitir que dos partidos seguidos y tan importantes salgan los jugadores al campo con esa actitud esperando que Aguero o luego Simao arreglaran lo que ellos contemplaban. Ni puede cambiar de esquema la semana en la que por las selecciones no se puede ensayarlo (ayer viendo a los dos laterales subiendo a la vez, algo que en el catón del fútbol está prohibido). Ni debe olvidar a una cantera que ¡en tres años! no ha dado oportunidad a nadie cuando no creo que haya peores jugadores que Busquets, Pedrito, Mata, Javi García, Torres (el del Madrid)... Y cuando sale uno y cumple (Camacho) le relega al ostracismo.
Es curioso que los que llegan a éste club no saben lo que ha sido pero sí reciben (como la herencia genética de las tortuguitas, que nada mas nacer corren hacia el agua para salvar su vida) los nervios y la tensión del perdedor. Porque hay pasotas (Coupet, Reyes...), pero hay desanimados absolutos (Forlán, Aguero, Maxi... antes Torres) y también profesionales como la copa de un pino (Heitinga) que ayer parecía Pablo Ibáñez. Y eso es vestuario y convicción.
Que el club es una mierda, los sabemos todos. Entre otras cosas porque si no lo fuera, Aguirre y Pitarch no podrían haber comenzado esta temporada. Pero que como tu dices (bien dicho), el fútbol se juega en el campo. Y el campo empieza en los entrenamientos semanales (se juega como se entrena) y en el vestuario. Los que hemos jugado a esto, aunque sólo sea en infantiles, lo sabemos. Los que no y han pasado media vida viendo fútbol, casi más.
Un compañero de foro me decía ayer que tiene la sensación de que Aguirre (o Ambriz) está aprendiendo a ser entrenador aquí. Y no le falta razón: hace experimentos a ver si salen en partidos clave, nunca supera los partidos con presión, la psicología le vale para las ruedas de prensa... Y la verdad, cuando uno va a una empresa de becario, sule cobrar bastante menos que él. Porque yo le respetaría si, aunque no comparta sus tesis, muriera por sus ideas. Pero estas pululan de aquí para allá sin criterio, según el viento que sopla, le presionen (casos como Camacho, Aguero cuando no jugaba... fueron temas de despacho) o no. Y en esta indefinición, en esta impotencia se mueve el club, pero también se mueve el equipo. Porque ese es el espejo en el que se miran sus jugadores. Y así nos va.
Sé que no es bueno cambiar de entrenador. Y que tenemos jugadores para ganar a los otros equipos de la Liga y suavizar nuestra situación. Si perdemos sólo con los mejores, no pasará nada más que la confirmación -una vez más- que no somos lo que soñamos ser ni lo que fuims, que ya es grave. Pero con esta plantilla tan corta y la Champions, todo se iguala con los más modestos (que tienen convicción, garra e instinto de supervivencia). Si el Atleti no impone autoridad en ese nivel, la cosa es grave y habrá que sustuirlo. Porque estaremos como siempre, en terreno de nadie. O, lo que es peor (en este equipo no hay medias tintas y en un cenicero de las oficinas del club cabe una catástrofe), rondaremos la debacle.
Un saludo.