Los políticos a lo suyo...
Madrid vuelve a ilusionarse con el sueño olímpico. El próximo día 27
concluye el plazo de presentación de las candidaturas que optarán a
organizar los Juegos Olímpicos de 2020 y el proyecto madrileño tiene
madurada la decisión de pujar de nuevo por este evento deportivo de
carácter universal.
La elección de la sede de los Juegos de Invierno de 2018, que se
adoptará este miércoles en la localidad sudafricana de Durban durante el
transcurso de la 123ª Sesión del Comité Olímpico Internacional, puede
ser el penúltimo aspecto que ayude a la candidatura española a apuntalar
su decisión.
Aunque la rotación de continentes no es imprescindible entre las
citas de invierno y verano -la última vez que coincidieron fueron Atenas
2004 y posteriormente Turín 2006-, la más que probable designación de
la ciudad coreana de Pyeongchang como sede en detrimento de Múnich
jugaría a favor de Madrid.
El proyecto madrileño, que ya se ha presentado en las dos últimas
ocasiones, cuenta con muchos argumentos a favor. El primero de ellos es
el trabajo ya realizado. Casi el 80% de las infraestructuras están
terminadas o en fase de culminación, por lo que no habría que realizar
un gran desembolso en este aspecto. De hecho, el presupuesto de la
anterior candidatura fue de 40 millones de euros, algo que se reduciría
ahora a una aportación para la promoción de 13 anuales, hasta 2013, una
cantidad asumible dentro del montante global del Ayuntamiento, que ronda
los 5.600 millones de euros. El sueño olímpico contaría, además, con
apoyo empresarial.
Hay poca rivalidad
Otro punto a tener en cuenta
es el escaso margen que existe para presentar las candidaturas. Hasta el
momento, sólo lo ha hecho de manera oficial Roma, la que se erigiría
como la gran rival del proyecto madrileño. Estambul, que no fue
seleccionada para organizar la Eurocopa de fútbol de 2016, todavía debe
decidir sobre su futuro olímpico. Sin embargo, el clima de inestabilidad
que vive la zona, tras las revueltas en varios países árabes, podrían
dificultar su elección, un aspecto, el de la seguridad, que también
jugaría a favor de Madrid.
Tampoco Tokio ha dado un paso al frente definitivo en su camino hacia
los Juegos, aunque el presidente del COI, Jacques Rogge, sí ha hecho un
guiño a una posible candidatura japonesa, como baza para la
recuperación tras el terremoto y posterior tsunami que arrasó el norte
del país.
Por último, la incertidumbre se cierne en torno a Durban. Aunque hace
unas semanas el gobierno sudafricano hizo público que el país no
tendría candidaturas, se especula con que podría presentarse
oficialmente antes de que concluyera el plazo.
Una vez que concluya la 123 Sesión del COI, el presidente del COE,
Alejandro Blanco, se reunirá con el alcalde de Madrid, Alberto
Ruiz-Gallardón, para adoptar la decisión definitiva sobre la candidatura
de 2020. "Estoy percibiendo una atmósfera muy positiva sobre Madrid",
admite desde Durban Patxi Perurena, presidente de la Federación
Internacional de Piragüismo, que se convertirá en el tercer miembro
español del COI.
Precisamente el mayor peso español en el organismo internacional, con
dos nuevos miembros en dos años, supondría un impulso añadido para el
proyecto olímpico.
Madrid 2020 debe cumplir ahora varios pasos antes de que expire el
plazo previsto por el COI para la presentación de ciudades el próximo
día 27. En primer lugar tiene que formalizar la candidatura, una vez que
cuente con todos los apoyos necesarios. Posteriormente, debe aprobarse
en la Comisión Ejecutiva del COE, el próximo día 20.
A partir de ese momento, y una vez remitida toda la documentación
oficial al organismo que preside Rogge, se formaría el equipo de trabajo
de un proyecto que culminaría en el año 2013, que será cuando se
elegirá la sede de los Juegos Olímpicos de verano de 2020.
Tercer intento
Madrid ya optó al sueño olímpico
en 2012 y 2016, pero los anteriores varapalos no han mermado el
entusiasmo de la capital de España ni las posibilidades. Otras ciudades
han vivido esa experiencia. Por ejemplo, Los Ángeles pujó por los Juegos
de 1976, 1980 y 1984, fecha en la que finalmente se convirtió en la
ciudad anfitriona.
"Madrid debe presentarse", asegura Alejandro Blanco, presidente del
COE, desde Durban. "Tiene una gran candidatura, con la mayor parte del
trabajo de insfraestructuras hecho. Además, el proyecto no sería un
gasto sino una inversión, tanto en acontecimientos deportivos, que
después se organizarían a nivel nacional, como en puestos de trabajo e
inversión extranjera".
Sin grandes rivales en la carrera olímpica, a excepción de Roma, y
con la herencia de los proyectos anteriores, Madrid vuelve a engancharse
al sueño olímpico, esta vez el de 2020.