Se sientan ante los microfonos en acolchadas salas.
O bien, ante un ordenador en atiborradas redacciones, o ante una camara en la soledad de un plató, o bien como cotillas en la banda de los terrenos de futbol.
Y hablan, y hablan y hablan sin parar, sin saber, sin criterio opinan, bendicen, pelotean, hunden, insultan.
No saben ni en que pais ...