O sea, que una cabellera digna de peluquería de unos nueve o diez euros. Repaso mentalmente el partido del martes y sólo recuerdo con agrado las dos cosas que hicieron Torres e Ibagaza, en cuanto a calidad. Lo demás, una lucha y un sacrificio que, en principio, no me reconfortan en exceso, pues se supone...