Te veo ahí, inconsciente, con esa respiración asistida y me pongo a llorar. Se te ve tan débil, tan frágil, tan diferente a como eras cuando te conocí, cuando me mostraste tu orgullo y me enamore de ti, que me es difícil reconocerte. Aún recuerdo como me enamoré de tí el día que viniste a mi ciudad....